15 y 16 de septiembre son dos de los días que los mexicanos esperamos con más ansias. Tanto porque significan mucho para la historia de nuestro país, como porque sabemos que vienen aparejados de mucha fiesta y comida.
En la noche del Grito nunca faltarán los guisos de la familia, ni los tequilas que saquen en el algún momento de la noche los tíos o papás más animados. Pero espera, ¿qué tal si este año haces algo diferente y maridas (e invitas a todos a que te sigan) tus antojitos mexicanos con cheves artesanales?
Le preguntamos a nuestro especialista en cervezas, Richie Castro, si eso era posible. Nos dijo que por supuesto que sí y, aún más, nos dio cinco sugerencias prácticas que puedes aplicar si tomas notas y vas consiguiendo las etiquetas que sugiere.
Esto fue lo que nos recomendó Richie:
Colimita con sopes de frijoles y salsa verde
Esta cerveza, que tiene como características un perfil maltoso como de pan blanco y/o galleta, tostado suave, carácter herbal y ligeramente cítrico, con un amargor medio y final seco, es súper fresca y fácil de beber. Si la acompañamos con unos sopecitos clásicos con frijoles, cebolla, lechuga, queso con salsa verde será un manjar.
Podemos tener un buen acompañamiento, ya que el perfil de la masa se vincula con el carácter de malta de la cerveza. La frescura de la lechuga va bien con la presencia refrescante del lúpulo. Finalmente, la carbonatación de la cerveza limpia el paladar. También puede funcionar bien con unas flautas de pollo.
London Pride con tostadas de tinga
Para acompañar esta comida infaltable en una Noche Mexicana, la alternativa sería una cerveza estilo Bitter/Pale Ale. La London Pride es perfecta. Por sus características maltosas, que recuerdan un poco de caramelo, tostado, toffee y un amargor medio, se puede relacionar con el sutil dulzor que a la tinga le da la salsa de jitomate, la cebolla y el chipotle. En conjunto estos sabores se unen con el carácter de la malta y el amargor ayuda a equilibrar.
Harry Polanco con pambazos
Esta chela es una una bella Red IPA con un perfil bastante lupulado, que da aromas y sabores a resinas, un poco de cítrico. También es muy notorio el perfil de la malta, que se puede percibir con un carácter tostado, caramelo y que termina con un amargor pronunciado pero agradable. Por lo tanto, un pambazo es un gran acompañante.
Esto, debido a que el carácter de la malta queda bien con el pan y el tipo de salsa en que se ahoga. Finalmente, el amargor ayudará a cortar la grasa y la intensidad del chorizo y la papa con la que usualmente va relleno.
Loba Alteña con pozole
Para acompañar éste otro clásico la sugerencia es esta cerveza tapatía. Se trata de un estilo Altbier que, por su carácter de malta y lúpulo ligeramente especiado , puede hacerle frente a este platillo pesado y con tanta complejidad de sabores. En él, la carne del cerdo hace un acompañamiento excelente con el cereal de la cerveza.
Flanders Red Ale con chiles en nogada
Además de ser bonitos, los chiles en nogada están llenos de sabores y texturas. Les va bien una Flanders Red Ale (Petrus Oud Bruin o Duchesse de Bourgogne), ya que es una cerveza que dota de acidez, así como sabores y aromas complejos que recuerdan frutos rojos como cerezas y ciruelas. El suave tostado de la bebida queda muy bien con el relleno del chile. Logra que los sabores dulces y salados se emparejen, y la acidez contrarresta la complejidad de la nogada cremosa.
Oatmeal Stout (Principia) o Macanuda (Hércules) con buñuelos y miel de piloncillo
No podía faltarnos el postre. Acá puede aplicar tanto con una Macanuda de la Cervecería Hércules (que tiene un un perfil tostado, caramelo y ligeras notas a chocolate y hasta un poquito de frutos negros, con un amargor medio y final semiseco) o una Oatmeal Stout de Cervecería Principia (que es una cerveza tostada con notas café acompañadas de sabores ligeros a chocolate, con un cuerpo sedoso), maridadas con unos típicos buñuelos acompañados con miel de piloncillo, guayaba y especias.
En este maridaje los sabores frutales, tostados y de caramelo se unen con la miel del buñuelo y el carácter de las maltas negras ayudarán a reducir el dulzor del piloncillo. En pocas palabras, es como si estuvieras acompañando tu postre de un delicioso café de olla, pero frío.
¡Que los disfrutes mucho!
