Me declaro fan de corazón de la sopa de tortilla y cada que tengo oportunidad pruebo cualquier receta que se me atraviese en el camino, y cuando encontramos esta receta de nada más ni nada menos que la Chef Zahie Téllez, no dudé en prepararla. ¡Quedó buenísima para el frío!
Diferencias entre la receta tradicional y la receta de la Chef Zahie Téllez
El jitomate en la receta de la chef Zahie va tatemado con las otras verduras. En la receta original esto es opcional o se cuece aparte.
El caldo de la sopa lo sazona con epazote seco y sal, mientras que en la receta tradicional se le añaden tortillas para agregar consistencia más espesa a la salsa y sabor.
A la sopa de tortilla tradicional se le añade hierbabuena, mientras que en esta receta se le añade epazote seco y cilantro finamente picado para decorar.
Las tortillas para esta sopa pueden ir fritas, pero la chef recomienda deshidratarlas al sol o en el microondas por unos minutos. Sin embargo, la receta tradicional lleva tortilla frita para evitar que se apelmase al hidratarse con el caldo de jitomate.
En esta receta solo agrega chile pasilla en trozos, aguacate y cilantro para acompañar, pero hay personas que le añaden queso, crema, chicharron, chile en tiritas y hasta limón.
En un comal o sartén, coloca el jitomate, cebolla y ajo limpios para tatemar perfectamente por todos lados.
Una vez listos retíralos y llévalos a la licuadora con 4 tazas de caldo de pollo, el epazote y sal.
Lleva a colar y sofreír el licuado de jitomate, rectifica de sal y deja hervir por 15 minutos.
Sirve el caldo en un plato hondo, añade tortillas de maíz fritas o deshidratadas. Añade aguacate, cilantro y chile pasilla. ¡Listo!
A la sopa de tortilla también se le conoce como sopa azteca
De acuerdo con un sitio especializado en gastronomía Tlaxcalteca, durante la época de las culturas prehispánicas, mucho antes de la conquista española esta sopa ya se degustaba estado de Tlaxcala (al menos una receta muy similar), ya que el significado del nombre de este estado es “lugar donde abundan las tortillas o tierra de maíz”.
Con la llegada de los españoles en el siglo XVI, la sopa de tortilla se transformó poco a poco hasta convertirse en el platillo que conocemos hoy: tiras fritas de tortilla, caldo de jitomate, chiles de árbol, chicharrón, aguacate, queso y crema.
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