Cuando era niña, mi abuelita y mi mamá solían hacernos estos deliciosos sopitos para la merienda o el café de la mañana, antes del almuerzo, recuerdo que nos reuníamos todos en la cocina para ir comiendo conforme los escurrían del aceite. ¡Volaban! Pocas veces llegaban a la mesa "vivos", y es que se deben comer recién hechos, porque se inflan y se hace una cubierta delgada y crocante que si se deja enfríar, pierde esa textura. No son para nada un alimento del diario, aunque mucha gente en los ranchos y en algunas familias grandes, aún los hacen. Aquí la receta para que se animen a recordar esos tiempos, o para consentir a los niños:
Ingredientes
400 grs. de masa para tortillas o de harina de maíz 100 grs. de harina de trigo 1 taza de azúcar o miel de piloncillo 2 varas de canela trituradas 1 cucharadita de polvo de hornear Aceite suficiente para freír
Procedimiento
Preparar la harina como indica el paquete para una bola de masa, agregar la harina de trigo, la canela que se habrá reducido a pequeñas astillas, se agrega el polvo de hornear, la mantequilla y miel o azúcar y agua suficiente para amasar hasta que no se pegue a las manos. Esto se hará de poco en poco para que no quede "aguada" la masa, pero si pasara, se agrega mas harina de trigo.
Una vez que la masa está manejable, que no se pega o cuartea, se forman pelotitas del tamaño de un limón o pelota de ping pong y se colocan en un recipiente cubriéndose mientras se terminan, con una servilleta húmeda.
Se pone una sartén de unos 10 o 15 cm. y se agrega aceite suficiente para freír. Se forman las tortillitas de poco menos de 0.5 cm. de gruesas y se van introduciendo al aceite bien caliente. De inmediato comenzarán a inflarse, y se ayuda uno con una pala para poner aceite en la superficie sin aplastarlos para sumergirlos. Se les da vuelta una sola vez si hace falta y con una espumadera, se sacan cuando están doraditas se colocan en toallas absorbentes de papel, y se llevan a la mesa para disfrutarlas bien calientes con un buen café, una buena charla y... Directo al Paladar.
Tip Para astillar la canela: se parte con las manos y se envuelve en una servilleta limpia, se tuerce hasta que quede una "cebollita" (También le llaman "muñeca") se pone contra la mesa y se golpea con un martillo para reducir la canela lo más que se pueda. No son difíciles, en realidad, son más bien latosos por que se enfrían pronto, pero que no los engañen sus humildes ingredientes, en verdad son deliciosas.
Y les comparto este enlace para la opción galleta de mantequilla expres
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