Hay algunas flores que no solo son adecuadas para lo ornamental, un ejemplo es la Flor de Izote, que también es comestible y se puede preparar con huevos revueltos, chorizo o agregar a las sopas y caldos. Si aún no la conoces, te compartimos algunos de sus beneficios y cómo puedes aprovecharla en la cocina y hasta en tu comida.
En México se le conoce como Izote, palabra que deriva del náhuatl izotl y se podría describir como una flor de tonalidad entre blanca y verde, brillante, carnosa y frágil. Es muy común consumirla en los estados de Veracruz, Tamaulipas y San Luis Potosí.
¿Qué es la 'Flor de Izote' y cómo puedes consumirla?
Su nombre científico es Yucca filamentos y es una planta acaule de la familia de las agaváceas, cultivada para decorar; sin embargo, sus usos van más allá de lo estético, debido a que en México y varios países de Centroamérica se utiliza para la alimentación.
La flor de yuca (como también se le conoce) es la flor nacional de El Salvador y se trata de una planta similar a “las hojas de alcachofa, más específicamente las que están más cerca del corazón. Las flores frescas se mezclan con cebollas, tomates y huevos revueltos, y el plato se sirve tradicionalmente para el desayuno, a menudo acompañado de tortillas calientes”, dice Taste Atlas.
Al ser de la familia del agave, la flor de izote se puede encontrar en racimos tupidos de forma cónica, que pueden rebasar los 30 centímetros y, algunas variedades, pueden llegar a dar frutos a los que se les conoce como dátiles (y que no necesariamente son aquellos frutos de la palma).
Estas flores del género yuca cuentan en su interior con numerosas semillas aplanadas de color negro, las cuales son muy dulces y con estas se pueden elaborar bebidas con alcohol a través de su fermentación.
El consumo de los izotes data desde la época prehispánica, cuando en aquel momento se ofrecían sus racimos en los tianguis y, regularmente, en la región centro de México se consumen capeadas con huevo y se acompañan de caldillo de jitomate; aunque también se pueden comer solas o en un guisado con salsa de chile verde.
Predominan en lugares áridos del norte del país, como Coahuila y Nuevo León, donde se recolectan en el desierto y también se preparan con caldillo de jitomate durante la cuaresma, ya que es un platillo típico de la región y lo mismo ocurre en Chiapas, donde van capeadas.
Por su parte en el estado de México se sazonan con chorizo frito y pueden comerse en tacos; en Guerrero se consumen a manera de postre (guaizote) y se les combina con guayaba. Para Hidalgo, el capeado cambia por tortitas hervidas y se les complementa con salsa picante; al igual de que se elabora un dulce típico, se añade a la sopa de flor de izote y se prepara en un guisado con huevo revuelto, donde el caldillo se prepara a base de chile guajillo, jitomate, cebolla, comino y ajo.
En zonas de Veracruz se elaboran como texmoles y se acompañan con frijoles, también en tamales, tortitas de huevo, ensaladas, chiles rellenos de flor de izote en escabeche, chileatole, entre otras delicias.
Además, una investigación señala que en 100 gramos de los pétalos de la flor de izote o yuca (Yucca filifera) contienen 273 miligramos de ácido ascórbico, 95 miligramos de calcio y 2,6 gramos de proteínas.
Una flor amenazada por la extinción
En 2013, se reguló el comercio internacional de la flor de izote por parte de la Convención Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres CITES.
Esto debido a que al ser una planta endémica de México en peligro de extinción, ya que sus poblaciones silvestres presentan una alta vulnerabilidad y su distribución se restringió a la Sierra Madre Oriental de los Estados de Guanajuato, Querétaro e Hidalgo, en el centro de México.
Debido a la alta especificidad de su hábitat, la especie se considera como biológicamente rara. Actualmente la planta, pariente de los magueyes, está clasificada como ‘Sujeta a protección especial’ por la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010.
Entre las principales amenazas que acechan a la flor de izote, destaca el saqueo de especímenes adultos para el comercio internacional, agravado por las características biológicas de la especie como son su lenta tasa de crecimiento, tiempo de generación largo y dependencia de hábitat y polinizadores especializados, afirmó un comunicado de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).
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