La foto que ves es como queda este postre; sin harina de trigo, ni leche. Este panqué de mandarina es súper esponjoso y muy rendidor para cuando quieras llevar a una reunión familiar, un cumpleaños o simplemente consentirte un fin de semana con tu postre favorito y esponjoso.
¿Cómo hacer que la mandarina no amarguen mi panqué esponjoso?
¿Quién no ha probado un postre que lleva cítricos en la preparación y le sabe un poco amargo? Esa es una de las principales razones por las que no pedimos otra rebanada o preferimos evitar los cítricos en ciertos postres. Déjanos decirte que probablemente los estuviste agregando mal a la receta y por eso la amargaron.
Las cáscaras de limón contienen compuestos llamados limonoides, las cuales les dan ese sabor amargo. Estos compuestos están más concentrados en la parte blanca de la cáscara, conocida como albedo. De acuerdo con el sitio web The Lemon Ages la capa interior blanca y esponjosa del fruto al añadirse en exceso le da un tono amargo en lugar de cítrico a las recetas.
Ahora ya sabes que solo debes añadir la ralladura superficial a tus recetas y no la parte blanca que es la que amarga.
Precalienta el horno a 180°C.
Separa las yemas de las claras de los huevos y reserva aparte.
En un tazón aparte, mezcla la almendra molida con el almidón de maíz. Después añade las yemas, el azúcar, las ralladuras de cítricos para batir hasta que se vuelva una crema espesa.
Añade a esa mezcla la almendra molida con la maicena, y mezcla suavemente con movimientos envolventes.
Finalmente bate las claras con una pizca de sal hasta obtener una mezcla a punto de turrón. Incorpora poco a poco la masa de las yemas en movimientos envolventes.
Vierte la mezcla en un molde engrasado y enharinado o con papel encerado. Hornea por 30 o 35 minutos. Deja enfriar dentro del horno para que no se apachurre el bizcocho y decora con azúcar Glass.
¿Por qué debo dejar que mi bizcocho se enfríe dentro del horno?
Muchas personas piensan que es un mito tener que dejar tu preparación horneada en un sitio calientito porque de lo contrario se apachurra. ¡No es mito, es ciencia!
Cuando preparamos un postre que involucra harinas y bizcochos —ya sean dulces o salados— pasa de estar a una temperatura muy alta a una considerablemente más fría. Eso provoca un choque térmico en la masa, lo que hace que se compacte y pierda la esponjosidad que tenía; por eso parece que alguien lo aplastó.
Cuando sacas tu pan del horno sacado del horno todavía tiene exceso de humedad y dióxido de carbono. El pan necesita tiempo para enfriarse para que la humedad y el gas se disipen y puedan darle esa textura esponjosa y sabor que tanto nos encanta.
En Directo al Paladar LATAM también puedes leer El bizcocho de maicena sin azúcar, sin gluten y sin lactosa que todo el mundo puede comer
Ver 0 comentarios