Seguramente alguna vez te has encontrado en una situación de mucho estrés sin saber como reaccionar. Un estudio de Harvard comparo dos formas diferentes de lidiar con el estrés. Los participantes estuvieron divididos en dos grupos, unos a punto de dar un discurso o competir en un concurso de karaoke, eso sí, todos estaban ansiosos. A algunos se les dijo que intentaran calmarse, mientras que a otros se les dijo que abrazaran sus nervios y se dijeran a ellos mismos que estaban emocionados.
¿Qué estrategia funcionó mejor? Sorprendentemente, decirle a alguien que se calme no reduce la ansiedad. Simplemente exalto en sentimiento de cómo se sentían en ese momento y cómo pensaban que deberían sentirse. Por el contrario, aquellos que trataron de canalizar su ansiedad hacia la excitación se sintieron más seguros y preparados; también dieron mejores discursos y cantaron más entonados.
Este estudio es uno de los muchos que muestran que para controlar el estrés no sólo basta relajarse. Sin embargo, la mayoría de nosotros, continuamos enfatizando la relajación como la principal defensa contra el estrés. De hecho, antes de empezar el estudio de Harvard, el investigador pregunto a los participantes qué estrategia para la ansiedad pensaban que funcionaria mejor. El 91 por ciento dijo “intentar calmarse”.
Expandir nuestras estrategias para lidiar con el estrés es bastante útil. Cuando no podemos calmarnos, podemos aprovechar la energía del estrés para aumentar nuestro rendimiento. Cuando estamos atrapados en una situación difícil, podemos elegir aprender de la experiencia. Y cuando nos sentimos desesperanzados o abrumados, podemos conectar con algo más grande que nosotros mismos.
Estudios han demostrado que las respuestas fisiológicas entre personas primerizas y paracaidistas experimentados son las mismas antes de saltar de un avión. Las hormonas de estrés se elevan sin importar lo experimentado que sea un paracaidista. La frecuencia cardíaca sube si la gente está asustada o emocionada; el sistema nervioso autónomo muestra el mismo patrón de reactividad. A nivel fisiológico, no existe mucha diferencia entre una respuesta al estrés basada en el miedo y una sensación emocionante. Sin embargo, la forma en la que interpretamos un corazón palpitante y palmas sudorosas puede ser la diferencia entre un sentimiento de pánico y la sensación de emoción.
Desde hace muchos años se sabe que los atletas de alto rendimiento han aprendido a interpretar positivamente el estrés. La mayoría de las personas ven el estrés como algo debilitante, pero los deportistas tienden a verlo como una energía que pueden utilizar. Ellos no ven que el estrés como una barrera para el rendimiento, y no ven la ansiedad como un impedimento, al contrario aprovechan la energía a través de conversaciones positivas internas y visualizaciones.
Cheelom Faucet Filtro de agua, Grifo de Filtro purificador de agua, dispositivo para el hogar de purificación, grifo de la cocina, con avanzado filtración de agua, Se adapta a los grifos estándar
Así que cuando veas a alguien estresado, puede ser una buena idea sugerirles que adopten esta mentalidad. Cuando algo que te importa está en juego, está bien sentirte estresado, lo importante es saber cómo reaccionar para vencer el miedo. Si tienes ansiedad o duda, esa adrenalina extra puede ser tu mejor aliado para tener un mejor rendimiento. ¿Siente el corazón latiendo rápidamente? Es una sensación de que tu corazón se está fortaleciendo.¿Respiras más rápido? Aprovecha y toma ese oxígeno extra y alimenta tu cuerpo.
Imágenes | Andrew Imanaka | Britt-knee | Greg Palmer |
En Vitónica México | Durante el embarazo, controla el estrés En Vitónica México | Una simple sonrisa ayuda a reducir el estrés