Los electrodomésticos ya son parte de la familia: nos facilitan la vida a diario. Pero la verdad es que también pueden ser grandes villanos en la factura de luz. Y hay uno en particular que muchos no imaginan que consume tanto como un refrigerador o una secadora: el horno eléctrico.
Este aparato puede ser práctico, rápido y perfecto para quienes aman las recetas al horno, pero consume mucha energía… ¡incluso cuando está apagado! Algunos modelos permanecen en modo stand-by, esa especie de “modo dormido” que parece inofensivo, pero sigue consumiendo electricidad sin que te des cuenta.
Y cuando el horno está encendido, el consumo se dispara. Alcanzar altas temperaturas rápidamente y mantener el calor constante exige mucha energía de la red eléctrica. Pero tranquilo, no hace falta dejar de usar tu horno. Con un uso más consciente, puedes ahorrar bastante.
¿Cuánta energía consume un horno eléctrico?
Un horno eléctrico puede gastar entre 2,000 y 5,000 watts por hora, lo que equivale a un consumo mensual de 40 a 90 kilowatts-hora si se usa con frecuencia. Para ponerlo en perspectiva, un refrigerador consume mucho menos: entre 300 y 800 watts por hora.
Este alto consumo se debe a que el horno necesita generar mucho calor para cocinar los alimentos, mientras que el refrigerador solo mantiene una temperatura estable, lo cual requiere menos energía.
Eso sí, el consumo puede variar según el tamaño, modelo y tiempo de uso del horno. Cuanto más grande o potente sea, y cuanto más tiempo esté encendido, mayor será el impacto en tu recibo de luz.
¿Cómo ahorrar energía al usar un horno eléctrico?
La clave está en optimizar su uso. Aquí algunos consejos prácticos:
Cocina varios platos a la vez para aprovechar al máximo el tiempo de funcionamiento.
Apaga el horno unos minutos antes del tiempo indicado en la receta; el calor residual terminará de cocinar los alimentos.
Evita abrir la puerta del horno constantemente, ya que esto provoca pérdida de calor y hace que el horno trabaje más para recuperar la temperatura.
Ten todo listo antes de encenderlo para no desperdiciar tiempo (y energía) con el horno vacío.
Desconéctalo después de usarlo, sobre todo si tu modelo permanece en stand-by y sigue consumiendo electricidad sin estar en funcionamiento.
En caso de una falla de energía o error en el panel digital, reiniciar el horno puede prevenir consumos innecesarios.
Con estos cuidados, podrás seguir disfrutando de tu horno eléctrico sin que se dispare tu factura de electricidad.
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Artículo original de Tudo Gostoso.
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