Este regreso a clases siempre nos inspira a sacar las recetas más prácticas, sanas y que se vean apetitosas. No importa el grado que estés estudiando, llevar comida hecha en casa no se compara con cualquier cosa que compres. Hoy te vamos a compartir cómo hacer pizza con masa de avena: apta para peques y no tan peques.
Preparar una pizza en sartén puede sonar más difícil de lo que es. Pero en realidad es una opción estupenda para no tener que utilizar el horno. Sea por la razón que sea: que hace mucho calor, que no quieres sacar todos los trastes que llevas guardando ahí desde hace meses o simplemente porque tu departamento es pequeño y no tienes horno. Aquí nadie se queda con las ganas de preparar una pizza casera.
¿De qué sabor se puede hacer la pizza?
La ventaja de la pizza casera es que puedes prepararla de lo que tengas en refrigeración, de tus toppings favoritos y lo que más le guste a tu pequeño. Es una muy buena forma de integrar vegetales a sus comidas diarias.
- Pepperoni
- Hawaiana
- Margarita
- Calabaza
- Champiñones
- Napolitana
- De ajo
- De pistache
¿De qué otras formas puedo hacer pizza sin harina de trigo?
Pizza de base de coliflor: una de las mejores alternativas es preparar esta base de pizza con brócoli o coliflor. Quedan super crujientes y con un sabor que no le deja nada que desear a las pizzas tradicionales.
Pizza de masa de quinoa: un resultado bastante similar a las pizzas tradicionales, pero con el plus de que es super saludable, crunchy y no contiene gluten.
Pizza de masa de calabacitas: es una opción excelente y es un exquisito sustituto para la masa tradicional de harina. Esta variante es adecuada para aquellos que quieren conseguir una textura y un sabor bastante suave para su pizza.
Pizza individuales de berenjena: esta es una idea mucho más rápida una vez que tienes desflemada la berenjena aunque es la opción menos crujiente de todas.
Para la masa
Licúa los copos de avena hasta que queden completamente pulverizados. Incorpora la avena junto al agua y las especias (cebolla en polvo, perejil o albahaca).
Integra y deja reposar por 5 a 10 minutos hasta que se forme una especie de ¨engrudo¨ homogéneo.
Agrega el aceite de oliva y empieza a amasar por otros 8 minutos y reserva.
Para el resto de la pizza:
- Coloca la sartén a fuego medio-bajo y vierte la masa de pizza en la sartén. Tapa y cocina por 12 minutos. Procura que la flama esté a baja intensidad para que no se queme la base.
Nota: puedes preparar una noche antes las bases para tu pizza y congelar las del resto de la semana e ir descongelando cada día.
Revisa que la masa esté cocinándose bien: destapa la sartén y levanta un poco la masa con ayuda de una espátula o pala de cocina. Debe de terminar en una especie de término medio, no debe de quedar blanca, pero tampoco debe empezar a quemarse.
Retira del fuego y coloca en papel encerado. Cubre la parte doradita con salsa de tomate, queso rallado, el orégano, espinacas, jitomates Cherry partidos y lo que más te guste.
Volve a colocar en el sartén. Tapa y deja que se cocine por otros 10 minutos o hasta que el queso se gratine y la base se dore a tu gusto. ¡Listo y a la lonchera!
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