Tan fácil como delicioso, el mel i mató (miel y mató en español) es un postre tradicional de origen catalán que resulta ideal para poner el broche final de una comida sustanciosa. Aunque lo cierto es que se puede disfrutar en cualquier otro momento del día.
El mató hace referencia a un tipo de queso cremoso y suave que recuerda mucho al requesón. Originariamente se preparaba con queso de cabra, pero en la actualidad se usa también leche de vaca o de oveja para su elaboración.
Para elaborar el mató hay que cuajar la leche con cuajo vegetal obtenido de plantas como los cardos. Este es un producto difícil de encontrar que se puede sustituir por cuajo en polvo, zumo de limón o incluso vinagre. El segundo es el que he usado yo y ha funcionado a la perfección.
Con qué acompañar este postre tan interesante
Cereales: Mezcla con copos de avena.
Mermeladas: De frutas variadas
Frutas frescas: Fresas, higos, melocotones
Cremas o salsas: Salsa de frutas, crema de avellanas
Nueces: Almendras, nueces troceadas
Pan o tostadas: Para untar el mató
Yogur: Natural, para mezclar
Canela o cacao en polvo: Para espolvorear
Granola: Para un toque crujiente
Chocolate: Virutas o salsa de chocolate
Especias: Jengibre en polvo, cardamomo
Frutos secos: Pasas, arándanos secos, higos secos
Miel de sabores: Romero, lavanda, etc.
Ingredientes
- Leche entera 1 l
- Sal 2 g
- Jugo de limón 40 ml
- Miel de abeja al gusto
- Nueces al gusto
Cómo hacer postre de tres ingredientes
- Tiempo total 20 m
- Cocción 20 m
- Reposo 4 m
Leche entera 1 l Sal 2 g Zumo de limón 40 ml Miel para acompañar Nueces para acompañar
Introduce la leche y la sal en una cacerola y calienta hasta que alcance una temperatura de 70ºC. Retira la cacerola del fuego e, inmediatamente, agrega el jugo de limón. Remueve, tapa y deja reposar al menos 15 minutos.
Cuando destapes la olla verás que la leche se ha cortado y eso es justo lo que buscamos. Coloca un colador sobre un recipiente hondo y cubre con una gasa apta para cocina. Vierte el contenido de la cacerola, aprieta la gasa para que se filtre bien el suero y quedarte solo con el cuajo.
Lleva la gasa con el cuajo al refrigerador durante al menos cuatro horas para que termine de cuajar. Saca el cuajo de la nevera, divídelo en porciones y sirve cada una con miel y nueces troceadas o enteras.
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