No hay nada más delicioso que tomarse una michelada escarchada con pulpa de tamarindo, ¿no crees? Sin embargo, este complemento no es exclusivo de las bebidas, también se puede saborear en botanas e incluso agregarse a costillitas. Hoy te enseñaremos cómo hacer pulpa de tamarindo casera y mucho más saludable que la que venden en el supermercado.
De hecho, el tamarindo es una leguminosa originaria de África y su consumo en México comienza durante la época de la Colonia, pues es cuando los españoles lo introdujeron en el continente y, gracias al clima del país, se pudo sembrar en distintas zonas tropicales como en el Pacífico y, de ahí, es que se empezara a usar en nuestra gastronomía.
Es muy común saborear al tamarindo en dulces tradicionales, en agua, refrescos o como condimento de algunos platillos. Pero no es lo único, ya que también su planta suele utilizarse como colorante, en diversos productos como insecticidas, pegamentos, papel, muebles, etc.
Estos son los utensilios que te ayudarán a preparar tu receta:
Ingredientes
- Tamarindo natural (sin cáscara) 500 g
- Azúcar 400 g
- Agua 500 ml
- Chamoy en polvo (Miguelito) 100 g
- Chile en polvo gramos 100
- chiles de árbol (piezas) 2
- Sal (1/2 cucharadita)
- Jugo Maggi (1/2 cucharadita)
- Salsa inglesa (1/2 cucharadita)
- Jugo de limón (1 pieza)
Cómo hacer pulpa de tamarindo casera
- Tiempo total 15 m
- Elaboración 15 m
Pon en una cacerola a calentar el agua y agrega el tamarindo sin cáscara; deja que hierva y comienza a hacerlo puré con ayuda de un machacador para papas.
Notarás cómo se va a despegar toda la pulpa de la semilla. En este momento puedes dejarle la semilla o retirar del fuego y pasarlo por un colador para solo quedarte con la pulpa.
Mientras tanto, incorpora el azúcar, el chamoy en polvo (Miguelito), el chile en polvo, la media cucharadita de sal, media cucharadita de sazonador, la media cucharadita de de salsa inglesa, el jugo de limón y es opcional añadir dos chiles de árbol seco.
Mantén la mezcla a fuego medio por alrededor de 30 minutos y podrás notar cómo va espesando.
Recuerda estar removiendo constantemente para evitar que se te pegue y si deseas que espese más, puedes dejarlo más tiempo en el fuego.
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