¿Quién no disfruta de un rico pan con mermelada, y sobre todo si es casera? Hoy traemos la receta más rica de mermelada de piña hecha en casa. Vas a poder prepararla tan fácil que vas a querer hacerla con cualquier fruta y regalarla a todo el mundo. También te dejamos unos trucos para que prepararla como experto.
Esta mermelada no es la típica de siempre, vamos a incluir un ingrediente que le va a dar sabor riquísimo. Además, puede que trates de llevar un estilo de vida más saludable y consciente, y que prefieras preparar tus propios alimentos en casa, esta es la ocasión perfecta para que prepares tu propia mermelada de piña en casa; la mejor parte del asunto es que necesitarás muy pocos ingredientes para prepararla.
Trucos de cocina para las mermeladas caseras
Hay que cuidar el tiempo de vida de nuestras mermeladas caseras, que suele ser de un mes bien refrigeradas. Por eso procura preparar la cantidad necesaria para las recetas que vayas a requerir. O en todo caso, también puedes congelarlas (bien cerradas) para que duren un poquito más.
Puedes utilizar piña en almíbar en caso de que no consigas piña fresca.
Si la piña se quede sin agua y todavía no haya concluido el tiempo de cocción, agrega más agua.
Ingredientes
- Piña 1/2 pieza mediana
- Jugo de piña o almíbar 2 tazas
- Azúcar morena 1 taza
- Limón 2
- Hojas de menta fresca cantidad suficiente
Cómo hacer mermelada casera de piña
- Tiempo total 1 h 40 m
- Elaboración 10 m
- Cocción 1 h 30 m
Vamos a empezar por retirarle la cáscara a la piña y cortarla en cuadros.
En una olla, agrega la fruta y el jugo de piña. Cocina por 60 minutos.
Procura que la mermelada no se quede sin líquido, ya que se podría pegar y quemar, si ves que es necesario, incorpora más jugo de piña o agua.
Una vez transcurrida una hora, agrega el azúcar.
A partir de aquí mueve continuamente la preparación y trata de machacarla con un utensilio de madera. Cocina por 30 minutos o hasta que la preparación tenga la textura deseada. Agrega unas hojas de menta y machaca junto con la fruta.
Una vez fría la preparación, añade el jugo de dos limones, y licua con pulsaciones o con un procesador de comida hasta obtener la consistencia deseada.
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