La lasaña es ese platillo de la cocina italiana, que ha enamorado a todo el mundo por su versatilidad y delicioso sabor, ya que se puede adecuar a todo tipo de dietas; desde una clásica lasaña de carne hasta una deliciosa lasaña vegetariana, este plato se compone de dos ingredientes básicos que no pueden faltar en una cocina italiana: la pasta y la salsa de tomate. Lo mejor de esta receta es que usaremos la freidora de aire para facilitarte la vida
Pero imagina este escenario: te encantaría preparar lasaña, pero tu horno se descompuso o prefieres no usarlo; incluso puede que tengas el tiempo encima y necesites terminar de cocinar en muy poco tiempo. Pues todos y cada uno de esos problemas tendrán solución con esta fácil receta de lasaña sin horno, y sin perder el buen sabor y la textura. ¿Te atreverías a intentar?
La lasaña no es italiana
Así de fuerte. Aunque la versión actual de este platillo ha sido remasterizada y, casi, casi patentada por los italianos, la verdad es que sus orígenes se encuentran en la Grecia Antigua. Ahí los primeros intentos de lo que se convertiría en una de nuestras comidas favoritas se llamaban pastitsio y consistían en largas sábanas de pasta con salsas entre cada una, que se servían en platos especiales de metal, a modo de cazuelas.
Con el tiempo y los contactos bélicos y culturales entre la Grecia Antigua y el imperio romano, esta receta llegó a Italia y evolucionó. Finalmente, la expansión del imperio la llevó a toda Europa, por eso es que se piensa que nació originalmente al calor de una cocina italiana.
En 2007 la Gran Bretaña también quiso adjudicarse el origen de la lasaña. La declaración se publicó en el prestigiado diario londinense The Daily Telegraph y, obviamente, eso provocó la ira de toda “la Bota Itálica”. El argumento de los británicos era el hallazgo de una primera mención de la receta en un libro de 1390, dedicado al rey Ricardo II. La prueba hizo que, prácticamente, ardiera Troya.
Para no quedarse atrás, los italianos se volcaron sobre su hemerografía y archivos en catacumbas, hasta que encontraron una razón irrefutable de que la lasaña era suya y sólo suya: encontraron textos de 1913 que demostraban que la autora era una mujer llamada Maria Borgogno.
Sea griega, italiana o británica, lo mejor que podemos hacer para celebrarla es probarla sin escatimar calorías. Si tienes chance de comer lasaña hoy, pide que te la sirvan calientita y abundante: va a ser una experiencia religiosa.
Ingredientes
- Hojas de pasta para lasaña 8
- Carne de res molida 500 g
- Cebolla blanca picada 1
- Dientes de ajo 1
- Pasta de tomate 200 g
- Albahaca dulce seca cantidad suficiente
- Orégano seco cantidad suficiente
- Tomillo cantidad suficiente
- Queso mozzarella 200 g
- Aceite de oliva 4 cucharadas
Cómo hacer lasaña sin horno
- Tiempo total 45 m
- Elaboración 30 m
- Cocción 15 m
Para el relleno
Comenzamos calentando una sartén. En cuanto esté bien caliente, agregamos una cucharada de aceite de oliva. Sofreímos la cebolla blanca hasta que cambie de color y agregamos el ajo. Los dejamos sofreír un minuto más.
Agregamos la carne molida y cocinamos por 5 minutos hasta que esté cocida. En cuanto haya dejado su color rojizo, le agregamos las especias y salpimentamos al gusto. Cocinamos por un minuto más.
Vertemos tres cuartas partes de la pasta de tomate y dejamos que hierva a fuego lento para que absorba todos los sabores. Reservamos.
Para la pasta
- En una olla mediana vamos a poner a hervir agua con sal. En cuanto el agua comience a bullir, vamos a sumergir las láminas de pasta hasta que se suavicen. (Como ya vienen precocidas, no te tomará más de 3 minutos). Las retiramos del agua y las ponemos sobre una toalla de papel absorbente para retirar el exceso de humedad. (Cuida que no estén juntas, ya que se pueden pegar entre sí)
Armado
En nuestra freidora vamos a ir ensamblando la lasaña: primero colocamos una capa de salsa de tomate para evitar que se pegue la pasta al sartén. Seguimos con una capa de carne molida. Una capa de pasta para lasaña. Capa de queso mozzarella. Repetimos así hasta que los ingredientes se acaben.
Para terminar, bañamos la lasaña con el resto de la salsa de tomate y colocamos una última capa de queso mozzarella para gratinar.
Cerramos nuestra freidora y metemos a cocinar por 10 minutos a 130°C para que se termine de cocinar la pasta y se gratine el queso.
Sirve mientras sigue caliente. ¡Provecho!
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