Las legumbres son fuentes importantes de proteínas y nutrientes para nuestro cuerpo. Entre ellas, destaca el frijol negro, ingrediente indispensable de la cocina mexicana desde los frijoles de la olla hasta el frijol con puerco yucateco. También están los garbanzos y las habas para recetas veganas, las lentejas que protagonizan ensaladas, sopas y pucheros.
Sin embargo, para disfrutar de estas deliciosas y nutritivas legumbres, tradicionalmente hay que remojarlas durante horas. Pero… ¿existe una forma más práctica? La respuesta es: ¡sí! Los chefs han encontrado un truco para preparar estos alimentos sin tener que esperar horas. Descubre el secreto que usan para no remojar frijoles, garbanzos y otras legumbres con antelación.
¿Por qué es necesario remojar los frijoles y los garbanzos?
Primero, una breve explicación. Remojar frijoles y garbanzos durante 12 a 24 horas tiene varias ventajas:
Mejorar la textura: Cuando están crudos, estos granos son bastante duros. Cocinarlos directamente en una olla a presión los ablanda, pero hacerlo sin remojo lleva mucho más tiempo y consume más gas. Al sumergirlos en agua durante varias horas, el proceso de cocción se acelera, reduciendo el tiempo necesario y ahorrando energía.
Eliminación de antinutrientes: Aunque estas legumbres son ricas en nutrientes, también contienen sustancias llamadas antinutrientes. Estos bloquean la absorción de los nutrientes del propio alimento por parte de nuestro cuerpo. Así que, si no remojas los frijoles o garbanzos, estarás desperdiciando las proteínas, el hierro y otros minerales y vitaminas que contienen.
Reducción de gases: Los antinutrientes son también responsables de los molestos gases que surgen al comer frijoles. Aunque este efecto puede darse incluso con remojo, realizar este proceso disminuye considerablemente ese inconveniente.
¿Cuál es el truco para evitar remojar frijoles, garbanzos y otras legumbres?
Si remojar las legumbres es tan importante, ¿cómo agilizar este proceso sin perder sus beneficios? Los chefs tienen la solución perfecta: un método que sustituye el remojo tradicional sin comprometer las ventajas. Este truco es ideal cuando decides cocinar legumbres en el último momento o si se te olvidó remojarlas la noche anterior.
El secreto:
Coloca las legumbres en una olla con abundante agua.
Lleva la olla al fuego y espera a que el agua hierva.
Una vez que hierva, deja las legumbres en el agua durante 5 minutos.
Retira la olla del fuego, pero deja los granos en el agua caliente durante 1 hora.
Este proceso actúa como un “pre-cocción” que sustituye perfectamente las horas de remojo en agua fría. Al cabo de una hora, las legumbres estarán listas para cocinar. Luego, simplemente cuela y descarta el agua utilizada, y cocina normalmente los frijoles, garbanzos, lentejas u otras legumbres de tu preferencia.
Con este truco, preparar platos deliciosos con legumbres es más práctico y rápido, sin sacrificar nutrientes ni sabor. ¡Pruébalo!
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Artículo original publicado en Tudo Gustoso.
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