Ni en el refrigerador, ni abajo del fregadero: este es el mejor lugar para guardar el café molido y preservar su aroma y sabor por más tiempo

Laura Ceballos

Editora en Jefe

Le encantan las historias cuyo personaje principal es la comida. Ha colaborado como content manager y editora en marcas como Grupo Imagen, Canasta Rosa, Olé Interactive y Clarins. Tiene un proyecto en redes llamado @foodiecuriosa en donde cocina y narra.

Preparar café es un ritual diario para muchas personas. Y para que la bebida quede aún más deliciosa, no solo es importante saber cómo prepararla, sino también cómo almacenar el café molido correctamente, para preservar todas sus características sensoriales.

Pocas personas lo saben, pero el lugar donde guardas tu café influye directamente en su aroma y sabor.

Pensando en eso, reunimos algunos consejos esenciales sobre cómo guardar el café molido en casa, para que no pierda calidad y se mantenga siempre fresco y sabroso.

Lugares donde nunca debes guardar el café

El café tiene una característica llamada higroscopicidad, lo que significa que absorbe fácilmente la humedad del ambiente, como se señala en este artículo del Gobierno de México. Este proceso afecta directamente el sabor y el aroma, ya que acelera la oxidación de los aceites naturales presentes en el grano o en el polvo.

Con el tiempo, esto puede provocar:

  • Pérdida de aroma y sabor

  • Cambios en la textura

  • Proliferación de hongos y moho

Por eso, nunca debes guardar el café en el refrigerador ni en lugares cercanos al fregadero de la cocina.

La encimera de la cocina tampoco es un buen lugar para almacenar el café, ya que suele estar expuesta al calor y la luz, especialmente si está cerca de la estufa u otras fuentes de calor.

El mejor lugar para guardar café

El café debe almacenarse en un lugar fresco, seco y alejado de la luz y el calor. Por eso, una alacena cerrada y bien ventilada es el lugar ideal. Además, es importante usar recipientes herméticos, con buen cierre y, preferiblemente, hechos de materiales opacos, como acero inoxidable o vidrio oscuro, que ayudan a proteger el café de la luz.

Evita frascos transparentes, ya que permiten el paso de la luz, lo que acelera la oxidación y compromete el sabor y el aroma del café.

Otro consejo para mantener tu café fresco es comprar en pequeñas cantidades, suficientes para consumir en un período de 2 a 3 semanas. El café, especialmente cuando está molido, pierde sus propiedades sensoriales con el tiempo, incluso si está bien almacenado.

Lo ideal es consumir el café molido en un plazo de 15 a 30 días después de abierto, para garantizar el máximo sabor y aroma. Así que solo compres en grandes cantidades si estás seguro de que lo consumirás en poco tiempo.

En Directo al Paladar Latam también puedes leer: Cómo hacer un delicioso flan de café de olla con la receta y consejos del Chef José Ramón Castillo

Artículo original publicado en Tudo Gostoso.

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