Por mucho tiempo, la carne de cerdo ha sido satanizada. De ella se dice que es sucia, que enferma del estómago, que engorda… Pero varios de los mitos en torno a ella son falsos, fundados en desinformación al respecto. Por si no lo sabías, es una fuente importante de vitamina B1 y ácidos Omega-3.
La carne de cerdo está en todas partes. Desde tus tacos al pastor, hasta la carne molida de la pasta a la carbonara que tanto de gusta de un restaurante italiano o las rebanadas de jamón que te llevas dentro de un sándwich al trabajo. Si convivimos tanto con ella, mejor conozcámosla más.
A continuación te hablamos de algunos mitos sobre la carne de cerdo que están muy enraizados en nuestra cultura. Es por tu salud.
Es muy grasosa
Falso. La cantidad de grasa que tiene esta carne, al igual que las otras, depende del corte que se consuma y hasta de la especie del animal en cuestión. Además, ésta tiene la ventaja de que aporta grasas poliinsaturadas que ayudan a mantener bajos los niveles de colesterol. Entre los cortes más magros se encuentran el lomo, pierna, filete y solomillo.
Créenos: podría ser más grasosa tu hamburguesa favorita de carne de res, que cualquiera de estos cortes a la brasa.
Provoca cisticercosis y triquinosis
Esto no es precisamente cierto. Si bien existe un riesgo, éste solo se vuelve real cuando se trata de carne contaminada con las larvas Taenia solium y Trichinella spiralis. Y para que ello suceda, debieron previamente cumplirse dos condiciones: una es que los cerdos hayan crecido en condiciones antihigiénicas y, la otra, que su carne haya sido mal cocinada o esté completamente cruda.
Otra cosa que debes tener en cuenta: estas enfermedades no solo se transmiten por la carne de cerdo, sino también por medio de la de animales salvajes o través de frutas y verduras.
Lo más saludable es consumirla solo un par de veces al mes
También es falso. Por las características de las que hemos hablado con anterioridad, la carne de cerdo puede comerse una vez por semana sin problema. Recuerda siempre: lo importante es cómo varías y acompañas esos consumos.
Lo ideal es comer de dos a tres veces por semana pescado y que no sea más de una con carnes rojas: lo mismo cerdo, que cordero, ternera o res.
La carne de cerdo mexicana no es tan buena como la importada
Aquí cabe hacer una aclaración importante. La carne de cerdo de nuestro país sí es de muy buena calidad, por sí misma. Lo que muchas veces confunde es que en México la legislación en materia de calidad y sanidad no es la misma que, por ejemplo, en Estados Unidos, según el chef Germán Navarrete, quien es vocero de la asociación U.S. Meat Export Federation.
No obstante, nuestra carne sí es muy competitiva. Tan es así, que Japón es nuestro principal comprador y al año consume cerca de 324 millones de dólares en especie.
No es un ingrediente para el que haya muchas recetas
La carne de cerdo es, aunque no lo creas, de las carnes más versátiles que existen. Lo mismo puedes hacerla en guisos, fritos, horneados, embutidos, con pasta, verduras, a la plancha o a la barbacoa.
Quien te diga que no hay opciones es porque no tiene imaginación.
Fuentes: Secretaría de Gobernación | Bien comer | US Meat México
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