La temporada de fiestas decembrinas en México es momento de unión familiar y, por supuesto, de mesas llenas de platillos deliciosos y típicos de la época. Claro que detrás de esta abundancia, se oculta un costo significativo: el desperdicio de alimentos y su impacto en el medio ambiente. ¿Lo habías pensado?
Según una encuesta realizada por la plataforma de rescate de alimentos Cheaf, al menos el 82% de los mexicanos considera que las cenas de fin de año son excesivas en cuanto a cantidad y variedad de alimentos, lo que genera que muchos platillos no sean aprovechados y se transformen en sobras.
La encuesta se realizó entre más de 1,200 personas de diversas regiones de México, con una muestra representativa en cuanto a edades, género y zonas de residencia. La mayoría de los encuestados son adultos de entre 36 y 60 años, con una participación significativa de mujeres (61%) y un predominio de residentes urbanos (96%).
El desperdicio en cifras: un problema global y local
La ## Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que el desperdicio de alimentos se duplica durante las festividades decembrinas. En México, la Red de Bancos de Alimentos indica que hasta el 40% de los alimentos terminan en la basura, principalmente por la falta de planeación en cuanto a la compra de alimentos.
A pesar de que la mayoría de los mexicanos (60%) incrementa sus compras en diciembre, impulsados por las tradiciones familiares y las promociones de los supermercados, un 43% señala que la principal causa del desperdicio son los alimentos olvidados en el refrigerador, mientras que el 40% menciona la preparación excesiva de comida. Los cambios inesperados en el número de invitados y la preparación de porciones excesivas también contribuyen al problema.
El impacto del desperdicio de alimentos
Los alimentos más desperdiciados son los panes como baguettes y bolillos que lideran la lista (47%), seguidos por guarniciones como pasta, ensaladas y purés (45%). Las sopas, caldos y tamales, al ser preparados en grandes cantidades, también se suman al desperdicio, alcanzando un 25%. Aunque las carnes como pavo y pierna, así como las frutas y verduras frescas, son menos desperdiciadas, también forman parte del desperdicio.
Kim Durand, CEO y cofundador de Cheaf, subraya que “las cenas navideñas no solo reflejan un apego cultural a la abundancia en nuestras celebraciones, sino también una falta de planeación”. Este desperdicio tiene implicaciones que van más allá de lo económico y ambiental, afectando directamente la seguridad alimentaria. La generación de desechos innecesarios contribuye a la pérdida de recursos que podrían haber sido mejor distribuidos para combatir la creciente inseguridad alimentaria en diversas regiones del país.
Cambio en las actitudes: es más fácil de lo que parece evitar el desperdicio
El 66% de los encuestados expresa su disposición a modificar sus hábitos para reducir el desperdicio de alimentos. Las principales motivaciones son el ahorro económico (56%) y la preocupación por el medio ambiente (20%).
La buena noticia es que los mexicanos ya están adoptando prácticas para enfrentar este problema. Un 77% aprovecha los sobrantes de las celebraciones, consolidando el "recalentado" y el “itacate” como tradiciones que prolongan el disfrute de las reuniones familiares y ayudan a evitar el desperdicio. Además, el 60% de los participantes afirma que menos del 5% de los alimentos comprados terminan en la basura, lo que refleja un esfuerzo colectivo hacia un consumo más responsable.
Una Navidad sin desperdicio: ¿cómo lograrlo?
Planificación inteligente: Realiza una lista de los asistentes y de los ingredientes antes de hacer las compras, y revisa lo que ya tiene en casa.
Aprovecha los sobrantes: El recalentado es una tradición deliciosa y una forma práctica de evitar el desperdicio.
Dona lo que no consumirá: Comparte los excedentes con quienes lo necesiten, ya sea a través de organizaciones o directamente en su comunidad.
Recetas de aprovechamiento: Usa la creatividad para aprovechar al máximo todos los alimentos e ingredientes.
Invierte en conservación: Almacena correctamente los alimentos sobrantes para prolongar su frescura.
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