Hacer caramelos es todo un arte. Uno que, por cierto, necesitarás dominar para hacer postres deliciosos esta cuarentena.
Podríamos decirte que la preparación de un caramelo líquido es fácil, porque lo es, pero existen ciertas reglas que, de no seguirse, pueden estropear absolutamente tu receta. Calcularle mal a la temperatura, la cantidad de agua y hasta el azúcar pueden repercutir en la terrible realidad de una cacerola con todo el caramelo pegado en el fondo, o una mezcla tan líquida, que sea imposible utilizar de la forma que lo imaginas.
Toma nota y sigue al pie de la letras estas instrucciones. Estamos seguros que te pueden salvar de cualquier inconveniente:
Toma en cuenta que no hay un solo tipo de caramelo. De acuerdo con la chef Alicia Gironella en el diccionario Larousse Cocina, lo mismo pueden ser jarabes, para hacer hebras, perlas, bolas blandas y duras, espejos o láminas, quebradizos o caramelos espesos.
Lo primero que debes hacer para lograr un caramelo, sea cual sea su punto, es colocar en una cacerola (de preferencia hecha sólo de acero y antiadherente) agua con el tipo de azúcar que quieras que se vuelva líquido. Lo mismo puedes usar refinada, que mascabada o piloncillo.
Luego debes dejar que hierva todo lo que necesites, pero siempre moviendo la mezcla caliente para que nada se pegue en el recipiente.
T-fal A730SA75 Bateria de Cocina de Aluminio extra durable con 13 piezas Family Cook, Sistema Thermospot, Antiadherente de máxima durabilidad, Color gris, Electrodómestico
Procura mover de forma uniforme la cacerola, para que el caramelo quede siempre del mismo color y los grumos de azúcar se derritan al mismo tiempo.
Deberás apagar una vez que sientas que la mezcla por fin tiene la consistencia que necesita tu receta. Un jarabe se hace a 100 grados centígrados; una hebra, a 103; las perlas, entre 105 y 110; los espejos, entre 129 y 132; los caramelos, entre 150 y 180.
Toma en cuenta: el color y el grado de impurezas del almíbar o el caramelo dependerá del tipo de endulzante que utilices. Para obtener almíbares o caramelos claros con pocas impurezas, usa azúcar refinada o en cubitos; utiliza piloncillo en caso de querer caramelos o almíbares oscuros y pesados.
- Para lograr que el caramelo se mantenga líquido por más tiempo sin cristalizarse, añade unas gotas de jugo de limón. ¡Siempre sirve!
Fuentes: Larousse Cocina | Diario Vasco
Ver todos los comentarios en https://www.directoalpaladar.com.mx
VER 0 Comentario