Cómo hacer caldo de huesos de res fácil y recomendaciones de expertos sobre este platillo

Uno de los platillos más populares cuando estamos resfriados es un caldo calientito. Así que hoy te revelamos cómo hacer caldo de huesos de res fácil y recomendaciones para tomarlo.

¿Qué es el caldo de huesos de res?

Se trata de un caldo elaborado con huesos de res y tejidos con agua y que se puede complementar con verduras como garbanzos, papa, zanahorias o arroz, especias y hierbas aromáticas y, cuya cocción se realiza de forma lenta.

Según información del Center for Nutririon Studies T. Colin Campbell, este caldo de huesos se sugiere incorporar este platillo en la dieta destinada al tratamiento del síndrome psico-intestinal (conocido como GAPS, por sus siglas en inglés), que se utiliza en el tratamiento de diversas enfermedades, incluyendo el autismo y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Además, se reconoce su inclusión como parte de la dieta paleolítica o paleo.

De acuerdo con la misma fuente, contiene colágeno y médula ósea que promete beneficiar a los huesos y articulaciones de las personas que lo consumen. Sin embargo, existe pocas investigaciones que respalden estas propiedades.

Uno de los primeros estudios se realizó en 1934 y fue publicado en la revista Archives of Disease in Childhood, que fue realizada por la dietista británica Elsie Widdowson y el profesor Robert McCance, un pediatra del norte de Irlanda.

Juntos, realizaron numerosas contribuciones iniciales que resultaron fundamentales en el campo de la ciencia de la nutrición. Este estudio se centró en analizar la composición nutricional tanto del caldo de huesos como del caldo de huesos y vegetales. Los resultados revelaron que el caldo de huesos presentaba deficiencias en varios nutrientes, pero la adición de vegetales mejoró significativamente el contenido de elementos clave como el potasio, el calcio, el magnesio y el hierro.

Para 2016, la revista TIME reveló un artículo llamado Science Can’t Explain Why Everyone is Drinking Bone Broth, (La ciencia no puede explicar por qué todos beben caldo de huesos, en español), donde da a conocer fragmentos de entrevistas a especialistas de renombre sobre el tema como, por ejemplo:

William Percy, profesor asociado de la Escuela de Medicina Sanford de la Universidad de Dakota del Sur, la noción de que consumir colágeno promueve el crecimiento óseo es una ilusión, ya que el colágeno no se absorbe en su forma completa. Además, desestima la idea de que el colágeno presente en el caldo de huesos se traduzca de alguna manera en colágeno en el cuerpo humano, argumentando que el colágeno es una fuente bastante deficiente de aminoácidos.

El Center for Nutririon Studies T. Colin Campbell también reunió datos sobre los posibles efectos negativos sobre el caldo de huesos, pues esta parte de la res puede almacenar plomo y cuando se prepara el caldo, liberarlo.

En el año 2013, investigadores del Reino Unido realizaron un estudio de escala reducida para evaluar el contenido de plomo en el caldo de huesos elaborado con huesos de pollo. Los resultados revelaron que el caldo contenía más de 10 veces la concentración de plomo presente en el agua. Un aspecto interesante fue que los huesos de pollo utilizados en el estudio provenían de animales orgánicos, y se observó que la piel y el cartílago contribuyeron significativamente a la mayor presencia de plomo.

En conclusión, debido a la poca información comprobada de forma científica sobre el caldo de huesos es recomendable consultar a un especialista antes de consumirlo de forma cotidiana en la dieta.