Para aprovechar hasta el último órgano de los animales, las menudencias siempre han estado presentes en la alimentación de las personas alrededor del mundo. Alguna vez te has preguntado si ¿es bueno incluir menudencias en tu alimentación? Esto es lo que dicen los expertos
¿Qué son las menudencias?
Si aún no estás familiarizado con el término, te sorprenderá saber que estas partes también son conocidas como "vísceras" y se refieren a los órganos alojados en las cavidades de los animales, tales como la panza, el corazón, los riñones, los pulmones, la molleja, el pescuezo, las tripas, el hígado, los sesos, entre otros.
“Éstos generalmente son ofrecidos al público en una bolsa aparte o en la cavidad corporal del ave, junto con la garganta y las patas. En el centro de México, por ejemplo, se cocinan también las tripas o intestinos de pollo para tacos, esquites y botanas, o en guisos como el mextlapique”, indica Larousse Cocina.
¿En qué platillos se pueden comer las menudencias?
Las menudencias no solo son exclusivas de México, ya que en distintos países se suelen consumir en distintos platillos como:
- Caldo de pollo y arroz: Un clásico latinoamericano que aprovecha al máximo las menudencias del pollo, aportando sabor y valor nutritivo al plato.
- Gravys navideños: Las menudencias de pavo, especialmente el hígado, son protagonistas en las fiestas decembrinas, aportando un toque especial a los gravys que acompañan los banquetes.
- Foie gras: Un producto francés sofisticado y de gran aceptación, elaborado con hígado de ganso o pato, que conquista paladares alrededor del mundo.
- Anticuchos peruanos: Brochetas típicas del Perú, preparadas generalmente con vísceras marinadas de res, pero también con menudencias de ave, ofreciendo una experiencia culinaria única.
- Mollejas de pollo yucatecas: Botana tradicional de las cantinas de la Península de Yucatán, donde las mollejas de pollo se cocinan con salsa de recado negro, deleitando a los comensales con su sabor intenso.
¿Es bueno comer menudencias?
Según información de WebMD, un sitio web estadounidense de información sanitaria, expresa que “las vísceras están llenas de nutrientes y, a menudo, son libra por libra más nutritivas que las carnes musculares. Con las notables excepciones de los callos (intestinos) y los sesos, la mayoría de las vísceras son buenas fuentes de numerosas vitaminas y minerales, incluidas muchas de las vitaminas B, hierro y zinc”.
Entre los principales beneficios se encuentran:
Combate la enfermedad de Alzheimer, pues cuenta con tiamina (vitamina B1) presente en el hígado y cuyos estudios demuestran que ayuda a prevenir factores de riesgo de Alzheimer, como la pérdida de memoria y la formación de placa.
Aumenta tu energía, debido a que son una fuente de hierro y se encuentran en órganos como el hígado y los riñones, asimismo, son aliados contra la fatiga, pues la deficiencia de hierro, que afecta a 10 millones de personas en EE. UU., causa fatiga y falta de energía. Comer vísceras aumenta el hierro en sangre, combatiendo estos síntomas.
Reduce el riesgo de cáncer al contener riboflavina (vitamina B2) en las vísceras, especialmente en riñones e hígado, ayuda a proteger el cuerpo contra ciertos tipos de cáncer. Así como reduce el riesgo de cáncer de pulmón y colorrectal, por el contrario, su deficiencia, aumenta el riesgo de cáncer de esófago.
Cuida tu corazón, gracias a las vitaminas aliadas que contienen casi todos los órganos cárnicos (excepto intestinos), ya que son ricos en vitamina B12. Al igual que brindan protección cardiovascular como la B12, junto al folato (también presente en vísceras), modera los niveles de homocisteína en sangre. El exceso de homocisteína es un factor de riesgo de enfermedades cardíacas.
Fortalece tu sistema inmunológico, pues cuenta con zinc, un mineral esencial y que puedes encontrar en vísceras como el hígado, riñones y corazón. El zinc es crucial para el buen funcionamiento del sistema inmunológico. Su deficiencia aumenta la susceptibilidad a infecciones.
Recuerda: Las vísceras, consumidas con moderación, pueden ser un aliado valioso para tu salud. Consulta con un profesional de la salud para incluirlas en tu dieta de forma segura y adecuada.
Recuerda que lo publicado en Directo al Paladar México no reemplaza la opinión de un profesional de la salud. Antes de incluir o excluir cualquier alimento de tu dieta, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a tus necesidades específicas.
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