En estos días de cuarentena, lo más importante será siempre poder cocinar con libertad y hacerlo en un espacio que se preste absolutamente para ello. Sabemos que una de las cosas que más te preocupa es que tu comida no se eche a perder rápidamente.
La mejor solución: congelar. Pero pon atención, porque para hacerlo de forma correcta no basta con atiborrar el congelador de cosas. Este procedimiento tiene su ciencia y aquí te decimos cómo lograrlo de una mejor forma, con estos sencillos tips.
El aparato congelador es de lo más importante
Para que todo sea perfecto en tu proceso de congelamiento, procura siempre tener una nevera que logre temperaturas de entre -20 y -30 grados centígrados.
Esto la volverá adecuada para reducir las reacciones enzimáticas que hacen que tus alimentos se echen a perder.
Cero hielo en la puerta
Esto es muy importante, ya que si tu congelador presenta este síntoma, significa que a causa de esta capa está entrando calor en el electrodoméstico y eso hace que se descongele parcialmente. No dejes que por esto algunos microorganismos hagan de las suyas con tu comida.
Solo en pequeñas porciones
No tiene caso que congeles una bandeja entera de, por ejemplo, pechugas empanizadas o lasaña, si cuando quieras comer una ración tengas que descongelar toda la comida. Mejor guárdala en raciones individuales, para que no descongeles alimentos en vano y tú mismo propicies que se descompongan por los cambios constantes de temperatura.
Como en todo: orden y limpieza
Procura usar bien los niveles que tenga tu congelador. No metas apilados camarones, vegetales y yogurt. Te prometemos que eso no será bueno para el olor de tus alimentos, ni para su sanidad.
También procura tener todo muy limpio. De nada servirá que seas muy meticuloso para guardar lo que no te vayas a comer en el momento, si adentro está sucio y contamine tu nueva comida con otras sobras. Limpieza ante todo.
Considera comprar una máquina para guardar comida al vacío
Estos artilugios de la ciencia, aplicados a la gastronomía, te pueden salvar de pronto tener que tirar pescados, mariscos y carnes blancas y rojas a la basura. Además, no son caras si las buscas bien y cotizas precios en distintos establecimientos.
Así podrás meter a bolsas herméticas tus alimentos más delicados, y quitarles todo el aire que pudiera acelerar su descomposición con el embolo que viene incluido en la máquina.
No metas alimentos sin protección
Si metes carnes o incluso vegetales de pieles delgadas, corres el riesgo de que las bajas temperaturas quemen su superficie y cambien su color o sabor. Recuerda: siempre debes almacenar todo dentro de una bolsa especial de plástico, o dentro de papeles que resisten el frío sin cambiar su utilidad, ni su resistencia.
Etiquetas, etiquetas, etiquetas
Perdón por ser tan insistentes con la cuestión del orden. Pero créenos: es por el bien de tu comida y, por consecuencia, de la salud y el gusto de tu familia. Etiquetar la comida que congeles no solo servirá para diferenciar un filete de robalo, de uno de pargo, sino que te dará la referencia literal de cuándo lo refrigeraste y hasta cuándo podrías usarlo todavía.
Fuentes: El Confidencial | Colpac | Come Fruta
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