En últimas fechas hemos escuchado hablar constantemente del sargazo, esa alga rojiza que invade playas en destinos turísticos del Caribe de nuestro país. No obstante, muchos no saben que este organismo mantiene al borde del colapso a algunos puntos de Oaxaca; especialmente un lugar que colinda con la Laguna Superior de Juchitán (que a su vez está alimentada directamente del mar), llamado Playa Vicente.
Ahí, las actividades económicas principales son la pesca y el comercio. No obstante, ambas están en grave peligro. Todos los días la playa amanece con al menos seis toneladas de sargazo. Aunque la zona es eminentemente de pescadores; ya pocos se ocupan de retirar con palas ese material, porque están rebasados por completo.
Los inconvenientes de estos niveles atípicos de la alga, que aseguran que aparece debido al cambio climático, son muchos. Entre ellos están la acidificación del agua por liberación de ácido sulfhídrico, la muerte o daño a corales y poblaciones de tortugas marinas y hasta de la fauna asociada al mismo sargazo.
En el caso de la playa Vicente, hay todavía más agravantes: existe una descarga indiscriminada de aguas negras a la laguna, lo cual ocasiona que está se encuentre contaminada y tenga un olor fétido.
Por todas esas razones, ni los pescadores se animan a pescar (porque saben que los peces se alejan de la zona), ni los turistas se acercan debido al mal aspecto que da la alga, así como porque el lugar huele muy mal. La situación en playa Vicente es verdaderamente preocupante.
Las autoridades han dicho que buscarán soluciones; mientras tanto, la única certeza que tiene el pueblo es que todos los días siguen apareciendo puntuales las seis toneladas de sargazo en la playa, y que su forma de subsistir, económicamente hablando, pende de un hilo. No queda más que frenar el descargue de aguas negras en la laguna, así como ayudarse mutuamente a retirar lo que el mar arrastra hasta ellos.
Fuente: La Jornada | El Universal
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