Sabores hindúes y recuerdos de Bollywood para festejar los 8 años del mejor bar de Latinoamérica en la CDMX

Limantour es un ícono mexicano de la mixología. Este íntimo bar ubicado en la calle Álvaro Obregón, de la colonia Roma, ha posicionado a nuestro país (y especialmente a la capital) como una potencia en el mundo del bartending a nivel mundial. Ha estado durante 5 años consecutivos en el ranking de los 50 Best Bars, considerado como el Mejor Bar de Latinoamérica. Limantour acaba de cumplir ocho años de abrir sus puertas y su festejo fue muy sui generis: organizó una fiesta de temática hindú en la que sus cocteles con sabores orientales fueron el alma de la celebración.

Los dos invitados especiales a este bar que actualmente es considerado el onceavo mejor bar del mundo, según la lista oficial de los 50 Best Bars, y quienes le dieron los toques hindúes a la noche, fueron el bartender Nico de Soto —quien trabaja en los bares Mace, de Nueva York, y Danico, de París—, y los chefs Norma Listman y Saqib Keval, del restaurante mexicano con tintes indios Masala y Maíz, quienes después de un cierre injustificado de su restaurante por parte de autoridades de la CDMX, volvieron renovados y con muchas nuevas ideas para cocinar mejor que nunca.

La comida del festejo corrió por su parte. Ofrecieron Pani Puri, que es un pico de gallo de frutas y agua especiada; Uttapames, o chutney de tamarindo y zanahorias encurtidas; pollo frito Masala y Maíz y ombligos de donas de chai y azúcar.

La coctelería iba por la misma senda. De la barra salieron decenas y decenas de White Elephants, con ginebra Bombay, con jugo de pepino y chile; Reinas Victorias, con vodka infusionado con coco; Bollywoods, o gins con cilantro, especias, sandía y limón, así como vodka infusionado con pan brioche relleno de fresa y mantequilla de cacahuate.

Después de un par de tragos, los asistentes (que igualmente iban vestidos para la ocasión) se animaron a hacerse tatuajes de henna, a la usanza de la India.

Para cuando la fiesta acabó, ya muy entrada la madrugada, todos celebraban la vida de Limantour con las copas al aire, en espera de que sean muchos más años de poner en alto el talento mexicano dondequiera que se hable de él.