Vivimos una época en la que la publicidad y la mercadotecnia determinan gran parte de lo que compramos, la forma en que nos comportamos y, claro, lo que llevamos hasta nuestra mesa. Y eso no siempre está bien.
El hecho de estar todo el tiempo tan expuestos a este tipo de estímulos nos hace influenciables. Y en el caso de lo que compramos en las tiendas o el súper, por ejemplo, puede llevarnos a tomar decisiones solo por una primera impresión, sin tener consciencia de que hay algunas estrategias que nos venden productos no tan sanos, con apariencia de que sí lo son.
¿En qué tipo de empaques deberían fijarnos mejor?
En los que hacen referencias al campo
De entrada, en los que hagan mucho alarde de que son totalmente naturales y lo refuercen con muchas imágenes del campo, con sembradíos y hasta agricultores incluidos. Puede que lo sean, pero se ha descubierto que en muchas ocasiones no es así.
Generalmente todos van con mucha prisa a súper y por eso esa primera impresión es cardinal cuando se trata de elegir rápido. Quizá hayas sido víctima de esta estrategia más de una vez, y quizá revisando con más tiempo los ingredientes de lo que compraste te hayas dado cuenta que en vez de algo orgánico, te llevaste algo súper refinado y procesado.
Los colores
Algo que ya está muy estudiado es que los colores brillantes remiten a sabores intensos. Y eso lo asociamos con que pueden ser artificiales. No creas que es tan casual que exista una ola de nuevos empaques con tonos claros y mate. Lo que intentan sugerir es que son mucho más light y saludables.
La forma de las botellas
Este en un gran tema por sí mismo. ¿Ta habías dado cuenta de que las botellas con bebidas espumosas, o las que se venden como con menos calorías, suelen ser más estéticas y alargadas? Eso, especialmente para un segmento de mujeres que cuidan su peso, cuenta mucho al momento de comprar. Se piensa que por el hecho de ser botellas más delgadas tienen menor aporte de azúcares.
Recurrencia al vidrio
En México hay una tendencia a embotellar todo lo que se pueda en vidrio. Muchos productos que se ofrecían en PET han migrado a esta presentación. Mucha gente cree que este material tiene mucho menor impacto ecológico, y que por consiguiente todo lo que venga dentro suyo es más natural, pero no es así.
Del reciclaje del vidrio solo se elaboran botellas de color, verdes o topacio y además el ciclo para recuperar el vidrio de una botella necesita más energía que el proceso que otorga una segunda vida al plástico. Simulación de cartón y papel de estraza Si amas las papitas fritas, esto seguro lo has visto cada vez con más frecuencia. Los empaques metalizados que se ofertan como opciones más artesanales y sanas suelen venir teñidas con colores y texturas que asemejan madera, cartón y papel de estraza. Esto, aunado a un cambio notorio en la tipografía: en vez de ser letras sobrias y elegantes, tienden a ser más sutiles y femeninas.
Los mercadólogos y publicistas tienen mucho trabajo en este siglo, pues han de reiventar las formas de vendernos productos para que parezcan mejores opciones, aún cuando no lo sean. No obstante, si cada vez nos volvemos compradores más conscientes, nos tomaremos el tiempo necesario para revisar etiquetas y contenidos nutricionales. Ahí está la clave. Y de eso solo somos responsables nosotros.
Fuentes: The Washington Post | Gobierno de Canarias
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