Ya hemos hablado acerca de que los vegetales y hasta los insectos podrían ser una buena alternativa de comida para humanos en el futuro. Hoy queremos hablarte de una especie puntual de vegetal que ha sido bastante poco explorada y que verdaderamente es interesante, nutritiva y rica: las algas.
No les hagas el feo. Quizá no sean el producto marino (o proveniente de lagos) más fotogénico que puedas encontrar, pero existen por millones de toneladas en todo el mundo prácticamente sin que nadie las cuide y por sí mismas representan una fuente de sustancias benéficas no solo para alimentar a los peces que nos alimentan, sino para prescindir de esa especie intermediaria y obtenerlos directamente de ellas.
Las algas, en su gran mayoría, aportan gran cantidad de vitaminas, antioxidantes y proteínas. Esto es una gran noticia para los veganos y vegetarianos que obtienen este compuesto de fuentes no animales, especialmente cuando se trata de Omega-3. Éste tipo especial de proteína es buena para la salud mental y hasta para reducir la inflamación.
Estos vegetales acuáticos tienen otra gran ventaja: son muy poco calóricos y ayudan a mejorar la vista, las células de la piel y las mucosas, y proporcionan fibra y yodo. Encima, su sabor es único. Son la viva imagen del umami y eso beneficia a tu repertorio de recetas de corte asiático.
¿Tienen contraindicaciones?
Al parecer, sí. Las algas son muy nutritivas, pero seleccionarlas bien antes de llevártelas a la boca es uno de los grandes retos que todos debemos asumir. De entrada, existen millones de tipos de ellas en el mundo y, claramente, no todas son comestibles.
Las dosis son muy importantes. Solo un gramo de algas como kombu, wakame o nori excede en cinco o más veces el límite diario recomendado de consumo de yodo (y hasta de arsénico), de acuerdo con Ramón de Cangas, dietista, nutricionista y biólogo del Comité Asesor del Consejo General Dietistas-Nutricionistas (CGDN). Incluso hay casos documentados de problemas de tiroides relacionados con el consumo de algas.
Algo curioso es que los japoneses sí pueden consumir las comestibles en las propociones que se les antojen. Por alguna razón de la evolución y la genética humana, su flora intestinal está completamente capacitada para digerirlas y eliminar el exceso de yodo de su cuerpo.
¿Cuáles sí consumir y en qué cantidades?
Ok. Te contamos: las algas más recomendables de consumo son la kombu, wakame, nori, spaguetti de mar, dulse, musgo de Irlanda y lechuga de mar. La dietista y nutricionista Lucía Martínez, autora de Vegetarianos con ciencia, compartió en su blog especializado en estos temas una lista con especificaciones de cantidades de yodo por porción de estas algas.
Mira y toma nota:
Fuentes: The Guardian. | El País.
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