A esto se debe que cuando estás "en tus días" se te antojen chocolates, papitas y pizza

A todas nos ha pasado. Cuando estamos a punto de menstruar se nos antoja cualquier cosa dulce, grasosita y con queso que se nos ponga enfrente. Por si no lo sabías, esto tiene razones científicas. Acá te contamos un poco más sobre eso.

Está comprobado científicamente que durante la fase premenstrual y menstrual, las mujeres tienden a consumir muchos más carbohidratos y grasas. Ginecólogos y psicólogos están de acuerdo con eso: la gran mayoría de sus pacientes del género femenino les aseguran que sienten un deseo inexplicable por sentarse a comer papas fritas, helados o pastelillos.

Y no tiene nada de malo. Es una reacción natural de tu cuerpo que, generalmente, tiene que ver con tus hormonas. Además de presentar cambios de humor, irritabilidad, ansiedad, tensión y hasta depresión, los antojos tienen que ver con el hecho de que nuestro cerebro identifica la cercanía de la menstruación con un estado desfavorable y doloroso, por lo que la comida con mucho sabor y lípidos suele ser una especie de “placebo”.

Esto, debido a que consumir este tipo de alimentos genera muchas más endorfinas, y en el cerebro esto se traduce como felicidad. Otros investigadores sugieren que los antojos de comidas están regulados por niveles de estrógeno y progesterona en cada parte del ciclo. Eso refuerza la teoría de que cuando consumimos píldoras anticonceptivas (que liberan solo progesterona) aumentemos de peso. La razón es simple: se incrementa nuestro apetito.

¿Qué hacer para no sucumbir irremediablemente ante la grasa y los azúcares?

Entre las cosas a probar están el ejercicio regular, técnicas de relajación y reducción del estrés como ejercicios de respiración, yoga, meditación, masajes, autohipnosis e intentar dormir bien.

Hay quienes sugieren también tomar terapia cognitiva y replantear completamente a dieta diaria. Lo mejor es que elijas carbohidratos complejos, incluidos los granos integrales, arroz integral, cebada, frijoles y lentejas; reducir grasas, sales y azúcares, y minimizar al máximo la cafeína o el alcohol. Intenta consumir más alimentos ricos en calcio, incluidos vegetales de hojas verdes y lácteos.

Ser mujer implica sufrir ciertas incomodidades cada 28 días, pero gracias a la ciencia ya no es imposible vivir sin ellas. ¡Toma nota y aplica nuestros consejos al pie de la letra la próxima vez!

Fuente: The Conversation | BBC Mundo

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