Uno de los árboles más viejos de México es un ahuehuete ubicado en uno de los poblados más místicos del país

Quizá cuando fue plantado nunca se pensó que se convertiría en uno de los árboles más viejos de México y que viviría más de 200 años. Nos referimos a un ahuehuete ubicado en uno de los poblados más místicos del país.

Rodeado de una atmósfera única, donde convergen un santuario dedicado al Señor de Chalma y un manantial cuya agua proviene de las Lagunas de Zempoala, ubicadas en Ocuilan de Arteaga, en el Estado de México.

Este ejemplar mide alrededor de 40 metros de altura y se estima que su diámetro equivale a 20 personas tomadas de la mano. Según la Comisión Nacional Forestal, este majestuoso árbol, cuyo nombre en náhuatl significa "árbol viejo de agua", debido a que crece en zonas con abundante agua, como cerca de ríos.

Es una especie nativa de Estados Unidos, México y Guatemala madera, suave y ligera, es resistente a la humedad y fácil de pulir, por lo que se emplea en la fabricación de canoas, postes y vigas.

Se dice que fue en la época de la colonia que los frailes Sebastián Tolentino y Nicolás de Perea lo sembraron para comenzar la evangelización en este territorio, donde en la época prehispánica se consideraba como un lugar sagrado.

Se piensa que estaba vinculado a rituales y ceremonias dedicadas a deidades acuáticas y de la fertilidad, debido a su proximidad al río y su frondoso follaje. Sin dejar de mencionar los vestigios hallados cerca en una cueva que refieren a sacrificios humanos y a Oztoteotl, el “señor de las cuevas”.

Del árbol brota agua cristalina, que forma un manantial, al cual, los peregrinos que visitan el Santuario del Señor de Chalma le atribuyen propiedades curativas y según la tradición, los aquellos que visitan esta zona por primera vez deben colocarse una corona artesanal de flores naturales en la cabeza y sumergirse en el agua para purificarse.

Después del baño ritual, se realiza un baile que simboliza la alegría de estar cerca del santuario. El trayecto debe hacerse con voluntad y devoción, de lo contrario no se cumplen las mandas o milagros, de donde surge el refrán "ni yendo a bailar a Chalma".

Gracias a su longevidad, los ahuehuetes son testigos vivos de la historia de México, habiendo presenciado importantes eventos bajo su sombra.

Además, en 1921 el ahuehuete fue declarado como un símbolo de identidad mexicana y considerado como el Árbol Nacional en conmemoración de la independencia.

Foto: https://experiencia.edomex.gob.mx/

5 datos curiosos que no sabías sobre los ahuehuetes

  • El ahuehuete tiene un hábitat ripario o ribereño, creciendo en los márgenes de corrientes de agua permanentes o semi-permanentes, nacimientos de agua o en áreas con mantos freáticos superficiales.
  • Puede soportar períodos temporales de sequía, gracias a su extenso sistema radical.
  • Tiene la capacidad de fusionarse con otros ahuehuetes cercanos o con sus propias ramas principales, formando árboles robustos y de gran tamaño en diámetro de tronco y copa.
  • Su estructura le permite resistir grandes desafíos ambientales, como avenidas de agua, golpes de rocas, vientos huracanados, sequías, incendios, y ataques de plagas.
  • El ahuehuete también es resistente a otros agentes bióticos perjudiciales, lo que contribuye a su longevidad y fortaleza.
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