¡Protege tus orquídeas de las plagas! Elimínalas de una vez por todas con estos consejos

¿Has notado que tus orquídeas no florecen ni crecen? Quizá esto se deba a que las invadió una plaga, protégelas y elimínalas de una vez por todas con estos consejos, ¡manos a la obra!

Pero, sabes ¿por qué se presentan las plagas que llegan a perjudicar a estas bellas flores? Según el Manual de cultivo de orquídeas, se trata de un aspecto que se presenta en “circunstancias ecológicas naturales”.

“La actividad bajo condiciones artificiales (invernaderos) puede ocasionar poblaciones de plagas desmesuradas y enfermedades difíciles de erradicar. Cuando se usan buenos métodos de cultivo se minimiza la presencia de organismos dañinos”, señala el manual.

Entre las plagas que suelen atacar a las orquídeas se encuentran las siguientes:

• La araña roja, apenas perceptible debido a su tamaño diminuto, es un ácaro de color amarillento que se alimenta de la savia de las plantas, dejando las hojas moteadas de blanco o amarillo. En casos de infestaciones graves, se cubren las áreas afectadas con una fina telaraña para protegerla.

• Los áfidos, también conocidos como pulgones, representan un desafío para su identificación debido a su color verde claro. Estos insectos atacan las partes más delicadas de las orquídeas, como los nuevos brotes, las inflorescencias y los botones. Su control se realiza de manera similar a las arañas rojas, o simplemente se pueden eliminar manualmente.

• Los trips, gorgojos y gusanos pueden aparecer en cualquier momento, pero pueden prevenirse y eliminarse mediante la aplicación cuidadosa de un insecticida comercial de base acuosa, apto para uso doméstico y de jardín.

• Los algodoncillos y las escamas presentan un desafío adicional debido a su crecimiento protector. Los algodoncillos tienen una apariencia blanquecina, mientras que las escamas son redondas y de color crema, con apenas unos milímetros de diámetro.

• Los hongos y las bacterias ingresan a las plantas a través de áreas lesionadas y prosperan en condiciones cálidas y húmedas. Las lesiones deben tratarse con azufre, que posee propiedades fungicidas. Las partes dañadas de la planta deben ser eliminadas y quemadas, y cualquier planta enferma debe ser aislada en cuarentena lejos de la colección para evitar contagios.

Así que, para prevenir la propagación de virus, es crucial controlar los insectos succionadores, ya que pueden transmitir virus de una planta a otra. Además, se recomienda esterilizar tijeras y cuchillas de poda antes de cada poda, y aislar cualquier planta que presente síntomas sospechosos.

¿Cómo eliminar plagas de tus orquídeas?

A continuación, te compartimos algunos consejos para controlar y eliminar plagas de tus orquídeas y mantenerlas sanas y hermosas:

• Revisa tus orquídeas con frecuencia, especialmente en el envés de las hojas y en los tallos, para detectar cualquier signo de plagas.

• Mantén las hojas y las flores de las orquídeas libres de polvo y suciedad, ya que esto puede crear un ambiente favorable para las plagas.

• Si detectas alguna plaga en una de tus orquídeas, aíslala inmediatamente del resto de las plantas para evitar la propagación.

• Puedes preparar una solución de jabón insecticida diluido en agua y aplicarla sobre las plagas con un paño suave.

• El aceite de neem es un insecticida natural eficaz contra una amplia variedad de plagas. Diluye unas gotas de aceite de neem en agua y aplícalo sobre las plagas con un paño suave.

• Si la infestación es severa, se recomienda el uso de insecticidas como Malathion, Diazinon o Confidor. Para infestaciones más pequeñas, se puede emplear isopropanol al 70%, aplicándolo directamente sobre la plaga. Debes evitar otros tipos de alcohol, ya que pueden resultar tóxicos para las plantas.

• Mantener a tus orquídeas en condiciones húmedas puede ayudar a prevenir la proliferación de plagas, aunque se recomienda aplicar mensualmente un insecticida sistémico alternado con Malathion para controlar esta plaga.

• Como alternativa a tus plantas en interiores, puedes sumergir la orquídea en agua con unas gotas de cloro durante una noche y enjuagarla al día siguiente puede ser útil, se señala en el Manual.

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