Esta crema de calabaza de la chef Chepina Peralta es una muestra de que se pueden preparar platillos saludables y realmente deliciosos con ingredientes muy sencillos y económicos.
Las calabacitas son un producto que se ha consumido desde tiempo inmemorables en el territorio mexicano, junto con el maíz, el frijol y el chile (la denominada dieta de la milpa). De esta hortaliza no solo es consumible su pulpa, ya que también se pueden aprovechar tanto sus guías, flores, e incluso, sus semillas.
En un texto denominado "Calabazas, tamalayotas, pipianas, chilacayotes" de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, existen estudios arqueobotánicos en México que sugieren que la calabacita y la pipiana pudieron haber sido domesticadas hace más de 8 mil años, lo cual, las convierte en las primeras especies domesticadas en el continente americano. ¿Los sabías?
"En náhuatl se conocen como ayotli, cozticayotli, tamalayotli, tzilacayotli. En maya se conocen como dzot, k´uum, en zapoteco como güiches o güichas, en Sudamérica como zapallos o caboshas y en países anglosajones como squashes, pumpkins o gourds. A nivel mundial son ampliamente conocidas las variedades para verdura (zuchinni, cocozelle, escalopas etc.), derivadas de la calabacita (C. pepo) se menciona en dicho artículo.
¿Quién fue Chepina Peralta?
Lucía Josefina Sánchez Quintana, conocida como Chepina Peralta, comenzó su carrera en televisión en 1967 con un programa de cocina. A pesar de su escasa experiencia, su deseo de educar a sus televidentes la llevó a formarse en el ámbito culinario. A lo largo de los años, promovió una alimentación saludable a través de programas como "Cocinando con Chepina" y "Sal y Pimienta", acumulando más de siete mil emisiones hasta 2017. También publicó 13 libros y varios números de revistas que destacaron la cocina mexicana.
Como se muestra en Larousse Cocina, Chepina nunca se consideró cocinera profesional, pero su gran pasión y carisma dejaron una huella imborrable en la gastronomía mexicana. Su enfoque en la cocina saludable y su conexión con el público hicieron de ella una figura emblemática. A pesar de su partida, su legado y amor por la cocina mexicana perdurarán en el tiempo.
De acuerdo a la receta de la cocinera, coloca una cacerola, derrite la mantequilla y añada la cebolla junto con el ajo. Cuando estén translúcidos, incorpora las calabazas y cocínalas durante 3 o 4 minutos.
Luego, agrega la harina y continúa cocinando durante otros 3 minutos.
Después, vierta la leche y deja cocinar durante 10 minutos, asegurándote de revolver constantemente. Luego, licúa la mezcla y pásala por un colador.
Regresa la mezcla al fuego, sazona con sal y pimienta al gusto, y ajusta la sazón si es necesario.
Para servir, espolvorea un poco de cacahuate picado sobre cada plato.
CONSEJO: Puedes reemplazar las calabazas por la verdura de su preferencia o la que tengas a la mano, y puede ser: brócoli, coliflor, puerro, chayote, u otras opciones según su preferencia.
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