La fiestas de septiembre en México son siempre un banquete interminable. Los antojitos regionales, así como los mezcales, tequilas y toda la cava que haya en casa es motivo de reuniones familiares preciosas, así como de recalentados restauradores.
Pero hay algunas cosas que quisiéramos recomendarte para que disfrutes tu cena de la Noche Mexicana mucho más. A veces nos dejamos llevar por la emoción de que Miguel Hidalgo libertara al país en 1810 y no ponemos atención en algunos detalles que podrían asegurarnos un festejo más disfrutable y divertido.
¡Toma nota!
Come con mesura para que puedas probar de todo
Algo muy común es que cuando tenemos enfrente todos los guisos que hicieron nuestras mamás, tías y abuelas, arrasamos con los que más nos gustan y a la hora ya no podemos movernos siquiera de nuestra silla.
¿Por qué no mejor probar un poquito de todo? Igual y hasta descubres que tienes un nuevo favorito y encima evitas el famoso y triste “mal del puerco”.
Bebe con mesura (por favor)
También es práctica generalizada, casi tradición, tomar como si no hubiera mañana. Y pues nadie puede prohibirte que te tomes todos los tragos que quieras, pero (sólo sugerencia) igual está bueno también irte con calma y acordarte de hasta el último segundo de la Fiesta Mexicana.
También podrías, por ejemplo, ponerte más exquisito y disfrutar de un delicioso maridaje de garnachitas tradicionales con cerveza artesanal. Acá abajo te decimos cómo.
Empieza por los platillos más ligeros
Si eso es posible, ya que casi toda la comida del 15 y 16 de septiembre es medio pesada. Pero deliciosa e inigualable. Intenta comenzar con alguna ensaladita, o una tostada de pata o tinga. Haz espacios entre uno y otro platillo. Deja hasta el final los chiles en nogada, el pozole o los pambazos. Eso será muy benéfico para tu digestión. De lo contrario te dará sueño muy temprano. Y eso no lo queremos, ¿cierto?
Echa mano de los digestivos
Sin duda, un mezcalito antes de comer (pero tomándotelo con mucha calma) es buena recomendación para abrir el apetito, preparar a tus pupilas y hacerte salivar para ponerte listo antes del primer bocado de comida. También es buena idea tomar uno cuando comas algo muy grasoso, ya que te ayudará a cortar la sensación aceitosa en boca.
No tomes cualquier cosa con cualquier comida
Acompaña los sabores más simples con cervezas de poca complejidad. Para moles o salsas con muchos ingredientes, opta por cheves que tengan olores y notas que los complementen, no que los opaquen.
Si puedes bailar entre las comidas, hazlo
Eso ayudará a agilizar tu proceso de digestión también. Y si te pones a pensar un poco más, también sirve que quemas unas cuantas calorías para poder seguir probando de todo. En caso de que estés bebiendo, bailar sirve para que tampoco se te “suba” tan rápido.
Prohibido comprar hamburguesas, pizzas o sushi
No tenemos nada en contra de esas delicias. Pero espera: son las fiestas patrias. Tendrás todo el año para poder comer lo que quieras de cocina internacional: pero los antojitos de septiembre son muy únicos. Además, la atmósfera que se crea cuando se comparte este tipo de platillos en familia o entre amigos, solo puede replicarse cada año. ¡Aprovecha!
Entendemos que quizá no tengas mucho tiempo para cocinar. Pero igual puedes encargar algo o pedir a domicilio de algún restaurante. Nada como la comida mexicana, en serio.
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