En esta cocina nos declaramos fans absolutos del ajo; se lo puedes agregar a cualquier comida y realmente favorece los demás sabores de los ingredientes. Yo no puedo dejar de buscar recetas con ajo para prepararlas o agregar de complemento como en los panes o sándwiches.
La mantequilla, es una delicia porque la puedes usar como acompañante de bastantes alimentos, o simplemente untarla en una hogaza de pan, por ejemplo, y por eso queremos compartirte este útil consejo para que puedas 'tunearla' y darle un toque más rico y divertido. ¡Toma nota!
¿En qué utilizar esta mantequilla de ajo?
Untada en pan crujiente o en un pan baguette.
Es una base perfecta para un puré de papa. ¡Me encanta esta uso!
Para elevar el sabor de carnes o pescados a la plancha.
También puedes añadir sobre verduras asadas.
Acompañando platos de setas o champiñones.
Para elaborar un delicioso pan de ajo y queso.
Cuánto tiempo puede durar en refrigeración la mantequilla de ajo
La aplicación FoodKeeper, una plataforma en línea que ayuda a comprender el almacenamiento de alimentos y bebidas para poder mantener los artículos frescos por más tiempo. Esta aplicación fue desarrollada por el Servicio de Inspección y Seguridad Alimentaria del USDA, con la Universidad de Cornell y el Instituto de Comercialización de Alimentos.
Entre menos tiempo esté en refrigeración, los ingredientes conservarán su frescura, textura y sabor. Recuerda que una vez que los ingredientes se mezclan con otros, las probabilidades de que se echen a perder son mayores, sobre todo si no se almacena de forma adecuada. La recomendación es guardar tu mantequilla de ajo por hasta por 1 o 2 meses.
Ingredientes
- 3 cabezas de ajo
- 90 gramos de mantequilla sin sal
- Sal al gusto y pimienta
- 2 ramas de romero
Cómo hacer mantequilla de ajo
- Tiempo total
Precalienta el horno 180º C.
Corta la parte superior de las cabezas de ajo, colocalo en el papel aluminio, agrega sal, pimienta y ramas de romero junto con 1 tercera parte de la mantequilla.
Hornea 40 a 60 min hasta que estén bien rostizados. Deja enfriar.
Cuando los ajos estén fríos viértelos (como si exprimieras) en un recipiente de vidrio hermético, machaca con un tenedor y rectifica el sabor con sal y pimienta.
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