Cómo preparar la tradicional agua de tamarindo con pocos ingredientes y en menos de 10 minutos

Una de las aguas frescas más famosas de México es la de tamarindo, podría decirse que entra en la divina trinidad del agua de horchata, el agua de jamaica y la de tamarindo. ¡Son clásicas! Resultan ser muy refrescantes y nos ayudan a saciar la sed de una forma mucha más sana que recurrir por bebidas gaseosas. Ve por pluma y papel que vas a aprender cómo preparar la tradicional agua de tamarindo con pocos ingredientes y en menos de 10 minutos para cuando hay una emergencia de calor.

El tamarindo es una leguminosa originaria de África y su consumo en México comienza durante la época de la Colonia, pues es cuando los españoles lo introdujeron en el continente y, gracias al clima del país, se pudo sembrar en distintas zonas tropicales como en el Pacífico y, de ahí, es que se empezara a usar en nuestra gastronomía.

En países como la India, su pulpa seca, conforma un elemento importante de las mezclas de especias, es parte de las ensaladas, los caldos y los purés de legumbres. El jugo fresco sirve para ade­rezar las hortalizas crudas y, en China, se le agrega a algunas sopas agridulces que se elaboran con tamarindo confitado, dice el Diccionario Gastronómico Larousse Cocina.

De acuerdo con información de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural del gobierno de México contiene una gran variedad de vitaminas y minerales como:

• Ácido ascórbico
• Ácido tartárico
• Hierro
• Magnesio
• Tiamina
• Betacarotenos
• Fósforo
• Potasio
• Vitamina C
• Calcio
• Carbohidratos
• Grasas
• Proteínas
• Fibras
• Flavonoides