El café extraído mediante el método conocido como prensa francesa, es un lujo que no puede faltarnos todas las mañanas. No solo porque es delicioso y es un despertador excepcional, sino también porque el sabor que le da esta forma de preparación es único.
Es muy seguro que te hayan regalado, o tú hayas regalado, una prensa francesa tanto por Navidad, como por Año Nuevo. Si es así, te encantará saber que el aparato puede servirte para varias más cosas, aparte de solo para infusionar tu bebida cafeinada.
A continuación te decimos algunos de los usos alternativos de esta belleza que quizá hayas desaprovechado un poco dentro de tu cocina:
Puedes usarla como una especie de shaker
Puede que a los profesionales de la coctelería no les agrade esta idea. Pero sin duda es útil cuando no tienes un shaker y mueres de antojo de una margarita o una piña colada.
Lo único que debes hacer es colocar tus ingredientes en el fondo de la prensa y, con el embolo, airear la mezcla. Obviamente, esto no funciona cuando se trata de coctelería muy refinada o con una forma muy específica de shakeo. Pero para las recetas básicas es una gran ayuda.
Haz bases aromáticas en minutos
¿Has probado arroces muy perfumados, que no te explicas cómo llegan a esas notas herbales sin tener una cocción previa? En la técnica que te presentamos hoy podrías hallar una buena estrategia para lograr el mismo resultado.
Aprovecha el agua caliente y la rejilla de tu aparato. Para lograr bases líquidas con mucho olor y sabor solo deberás acomodar hierbas de olor (y a lo que quieras que sepa tu comida), en el fondo. Una vez que las tengas todas, rellena la prensa con agua a punto de ebullición. Sin bajar el embolo, deja reposar por 10 minutos. Baja el embolo, aplasta un poco las hojas y espera unos cinco minutos más.
Al final obtendrás una mezcla de sabores frescos impresionante: tanto para hacer un buen wok, como para aromatizar una pasta o hasta carne de pollo a cocer.
Lava arroz o quinoa sin perder granos en el intento
Siempre nos pasa. Queremos lavar este tipo de alimentos y siempre, en cada trasvase, perdemos unos cuantos gramos de alimento. Pero por fortuna tenemos prensas francesas. Lo único que hay que hacer es colocar el arroz, frijoles o quinoa en el fondo de la jarra, agregar agua al tiempo y bombear varias veces. Luego puedes escurrir (sin perder ni un grano) y repetir la operación.
Quítale por completo el agua a las verduras que has desinfectado
Otro truco que nos puede ahorrar mucho tiempo. Es bastante común que cuando lavamos acelgas, lechugas o arúgula, nos quede mucha agua en ellas y no podamos usarlas de inmediato. Si usas bien tu prensa francesa podrás quitarles el exceso de agua de inmediato. Funciona también cuando, por ejemplo, cortas julianas muy delgadas o láminas de calabacita para hacer lasañas veganas.
Leche espumosa como de cafetería
Sí, también la puedes lograr en casa si usas tu prensa. Es facilísimo: solo debes colocar la leche en el contenedor y, durante 30 segundos, mover de arriba a abajo el embolo. La espuma crecerá de inmediato y tú decidirás cuánto.
Y un poco más allá: un capuchino sin máquina
Retomando un poco el truco anterior, toma en cuenta que puedes lograr algo bastante similar a un capuchino, si a la leche espumada le pones una carga (o las que desees) de café espresso.
Prepara café helado
Para lograrlo solo necesitas ser muy paciente. Prepara dos cargas normales de café en la prensa y, literal, déjalo con el embolo abajo por cerca de 15 horas. Pasado el tiempo, el resultado será un café concentrado, que no ha perdido sus propiedades y que puede servir para agregarle hielos y convertirse en un gran café helado.
Fuentes: Apasionados por el café | Epicurious
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