Hace algún tiempo, un compañero de Directo al Paladar, hacía la siguiente afirmación: La comida es química hecha arte. Una frase con la que estoy totalmente de acuerdo, pues al cocinar realizarnos, sin quizá ser consientes de ello, una gran variedad de reacciones químicas, como lo es la fermentación, la reducción, la caramelización y un largo etcétera.
A mí, la verdad sea dicha, la química nunca me llamó la atención, pero tengo muchos conocidos que aman esta ciencia. Justo ellos, quienes tienen ese particular gusto, estarán encantados de tener en su cocina este rack con catorce especieros con formas de tubos de ensayo y los famosos matraces que se ocupan en los laboratorios de Química, listos para que hagas unos deliciosos experimentos con tus platillos.
Pero no solo se han quedado en la forma de los frascos, sino que han ido más allá y han creado etiquetas, similares a las de los elementos químicos en la tabla periódica, y han elegido combinaciones de dos letras para cada especia. Así por ejemplo, Ch representa al Chile, Or al orégano y Oi al aceite.
El juego incluye nueve tubos de ensayo con sus tapones, tres matraces pequeños y uno más grande para aceite de 10 onzas con su tapón y pico vertedor y una bandeja de metal para colocarlos. El precio es de 49.99 dólares.
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