Seguramente después de leer su libro, o ver el programa en Netflix, has tratado de adaptar el método KonMari, de Marie Kondo, en varias partes de tu casa. Si te gusta cocinar, es probable que tu cocina sea un área que necesita reorganizarse. Además, una cocina ordenada y limpia también fomenta hábitos alimenticios más saludables. A continuación, encontraras los principios básicos de Marie Kondo que pueden ayudarte a encontrar felicidad en la cocina.
Enfócate en la facilidad de limpieza
Si quieres una cocina en la que puedas disfrutar cocinar, enfócate en una que sea fácil de limpiar. Los mismo aplica para utensilios y equipos de cocina. Para empezar, vacía todos los cajones, armarios y estantes. De esa forma tendrás a la vista todas tus pertenencias, te darás cuenta del exceso de utensilios y será más fácil eliminarlos. Aprovecha para limpiar a detalle el interior de cada uno. La idea no es escoger de lo que te desharás, sino lo que vas a conservar. Lo primero es eliminar todo aquello que no usas, no necesitas o está deteriorado. Si no tienes tiempo para vaciar todos los cajones al mismo tiempo, divide la tarea en tres partes: objetos de cocina y mesa, productos de limpieza y alimentos.
Mantén las superficies limpias y libres de objetos
No dejes nada sobre las superficies de trabajo en la cocina, especialmente alrededor del fregadero y la estufa. Si tu cocina es muy pequeña, donde no existe otra opción que dejar algunos utensilios en los mostradores, lo puedes hacer, pero es importante que evites que estén cerca de la zona de la estufa y del fregadero. Estás áreas están expuestas a la salpicadura de aceite, agua y alimentos, por lo que quedaran sucios.
Si vas a dejar utensilios de cocina en los mostradores, escoge aquellos que promuevan hábitos saludables. Por ejemplo, una licuadora para hacer licuados en lugar de un tostador. Un frutero bonito y colorido, además de alégrate el día, evitará que busques galletas guardadas en la alacena. Si cocinas mucho, está bien tener muchos utensilios de cocina, sólo asegúrate de que realmente los usas y los amas. Ordénalos de una forma donde puedas ver donde está todo, para esto puedes utilizar etiquetas o recipientes de almacenamiento transparentes.
Reduce la cantidad de vajillas
Muchas personas tienen una vajilla especial para cuando tienen visitas, pero no la han usado en años. Marie Kondo recomienda observar todos tus platos y ver cuales te provocan alegría. Quédate con esos y con los que usas todos los días. Guárdala dividiendo el armario en una zona con piezas para beber y otra para las de comer. Los tuppers y recipientes para guardar comida, siempre son un gran problema en la mayoría de las cocinas. El consejo es guardar los recipientes apilados y las tapas almacenadas en posición vertical, así es la mejor forma para maximizar el espacio.
Deshazte de todo lo que haya pasado su mejor momento
Tira todos los alimentos que estén caducos o que de plano no te vayas a comer. Revisa constantemente las fechas de caducidad, y trata de utilizar todos los ingredientes. Si compraste un ingrediente para una receta en concreto y nunca más lo usaste, pregúntate si repetirás ese plato o lo puedes usar en otro platillo. Por ejemplo, si compraste un pesto para preparar un pollo, trata de utilizar el resto en los días próximos preparando una pasta con pesto. En muchas casas es común encontrar los cubiertos de plástico desechable y los sobres con condimentos que te dan cuando pides comida a domicilio, es hora de deshacerse de ellos.
El refrigerador debe de estar lleno sólo al 70 por ciento
Esta estrategia no solo te ayudará a ver mejor el contenido del refrigerador, sino que también tendrás espacio adicional para guardar las sobras o regalos inesperados. Trata de tener sólo dos o tres artículos por categoría, como salsas, mermeladas o vinagres. Coloca las cosas en recipientes adecuados, de fácil visibilidad y que sean agradables a la vista.
El espacio donde comes, debe de ser un lugar feliz
Arreglar la mesa con mantel y servilletas puede parecer un gran esfuerzo, pero si los tienes, úsalos para crear un ambiente agradable a la hora de la comida. El comedor debe de estar libre de distracciones y llenos de cosas que te hagan feliz.
Por último, lo que hayas decidido desechar, no lo tires a la basura (a menos que de plano sea inservible o este echado a perder). Pregunta a tus amigos y familiares si quieren o necesitan algo, también puedes buscar asociaciones benéficas que puedan necesitar esos utensilios o lugares de reciclaje.
Imágenes | Web Summit |
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