La mayoría de los alimentos procesados, que tanto ama nuestra sociedad por su practicidad y portabilidad, en realidad están creados para ser adictivos, esto lo logran por medio de usos magistrales de ingredientes adictivos como la sal, la grasa, el azúcar y una amplia variedad de saborizantes propios.
El New York Times publicó en su artículo The Extraordinary Science of Addictive Junk Food (La extraordinaria ciencia detrás de la la adicción a la comida chatarra) cómo es que las compañías multinacionales de alimentos luchan por mantener sus “ganancias” ante la creciente evidencia de que sus alimentos están provocando crisis de salud.
En este artículo, se menciona una reunión que se llevó a cabo en 1999 entre los 11 directores ejecutivos a cargo de las compañías de alimentos más importantes de los Estados Unidos, incluyendo a Kraft, Nabisco, General Mills, Procter & Gamble, Coca-Cola y Mars, en donde uno de los temas principales fue su contribución con la mala salud de los estadounidenses.
James Behnke, un ejecutivo de Pillsbury de 55 años de edad…se vio involucrado en una conversación con un grupo de expertos en la ciencia de los alimentos que estaban pintando un panorama cada vez más sombrío de la capacidad del público para reclamar sobre las fórmulas de la industria. Desde los frágiles controles del cuerpo sobre el comer en exceso hasta el poder oculto de algunos alimentos procesados para hacer que las personas sientan más hambre. Él y otros sintieron que había llegado el momento de advertir a los directores ejecutivos que sus compañías podrían haber llegado demasiado lejos en la creación y comercialización de productos que representan grandes problemas de salud.
Otro estudio publicado por la BBC de Londres, confirmó que las galletas Oreo son tan adictivas como la cocaína o la morfina. El estudio, que fue diseñado para investigar el poder adictivo de los alimentos ricos en grasa/azúcar, encontró que comer galletas Oreo activó más neuronas en el centro de placer cerebral de las ratas que cuando fueron expuestas a drogas ilícitas. De acuerdo con el investigador, el profesor Schroeder:
“Nuestra investigación respalda la teoría de que los alimentos ricos en grasa/ricos en azúcar estimulan el cerebro de la misma manera en que lo hacen las drogas. Esto podría explicar por qué algunas personas no pueden resistirse a estos alimentos a pesar del hecho de que saben que son malas para ellos.”
Así que la próxima ves que te sientas mal por caer en las garras de éstos alimentos, conoce primero la razón, date cuenta que no es tu debilidad por si sola la que te hace actuar así, sino la gran industria de los alimentos procesados la que esta manipulando tu deseo, con esto, lograras sentir un mayor rechazo y sentirás "ganas de rebelarte" ante ellos y elegir mejor una fruta o verdura para saciar tu hambre o antojo.
Imágenes |Greencolander | mihoda
En Vitónica | Comida basura tan adictiva como la droga
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