Si le preguntáramos a los entrenadores de gimnasios cuál es la pregunta que más les hacen sus usuarios sería "¿Por qué no estoy viendo resultados en mi cuerpo?". Inclusive yo misma me la he hecho en momentos donde siento que estoy estancada. Conoce las 7 principales razones por las que a veces sentimos este desilusionante efecto, donde por más de que te esfuerzas simplemente no logras avanzar.
1. Paras cuando sientes dolor
Entrenar es difícil, pero nada de lo que vale la pena llega fácil. Si paras cuando te empieza a doler entonces nunca vas a tener los resultados deseados. Evidentemente si el dolor proviene de una lesión, entonces si definitivamente debes de parar, pero por lo demás, detenerte cuando tus músculos están empezando a trabajar no tiene para nada sentido.
Cuando los músculos sufren es porque los estas forzando, el forzarlos los hará crecer y te darán la codiciada apariencia de tonificación. Cualquier persona puede empezar a hacer un entrenamiento y se detiene cuando empieza a ser difícil, sin embargo esto en realidad es una pérdida de tiempo. La única manera de lograr resultados es empujando más allá de la barrera del dolor y trabajar tan duro como se pueda.
2. No estás levantando suficiente peso
Hay una idea errónea de que las mujeres no debemos levantar pesos pesados...¡Error! Si los pesos que estás levantando no están haciendo que trabajes duro, entonces no estás haciendo nada. Si decides no levantar pesos pesados por miedo a ser "demasiado grande", por favor, deja de preocuparte; el levantamiento de pesos pesados aumentará la fuerza de tus músculos, pero, a menos que tengas una cantidad anormalmente grande de testosterona (o consumas esteroides) éstos no van a aumentar en gran tamaño.
Si levantas pesas pesadas y sigues una dieta limpia y sana, entonces los músculos se volverán más fuertes y más densos y además vas a quemar la grasa que los rodea; dando lugar a la aparición de los anhelados "cuadritos" o imagen tonificada.
3. Tus pesas pesan demasiado
Contrario al punto anterior, el levantamiento de pesas con demasiado peso tambien puede dejar de cosechar recompensas. Necesitas encontrar un peso en el que seas capaz de levantar una serie completa, donde duela, si, pero que no ponga en riesgo tus músculos para una lesión.
El levantamiento de pesas con mucho peso puede impedirte ver resultados, ya que si estas luchando por levantar pesas hasta el punto en que no logras conseguir el número deseados de repeticiones, entonces no estás completando el entrenamiento y como bien sabes, las repeticiones son cruciales para lograr los objetivos y el progreso constante.
4. No estás 100% dispuesto
Muchas personas creen que después de un día largo o estresante, es mejor "hacer un entrenamiento con la mitad de esfuerzo" que nada...pero esto no es del todo cierto. Desafortunadamente, ejercitarte sin la forma adecuada implica no poner la suficiente energía para tener recompensas. Inclusive puedes llegar a lesionarte por no poner el 100% de tu concentración.
Todos tenemos días en que simplemente no tenemos ni ganas de ponernos nuestro outfit para entrenar, pero en esas ocasiones, en lugar de aventarte toda tu rutina con la mitad de ganas, mejor acorta la rutina y disminuye el número de ejercicios, pero hazlos con la misma intensidad, el mismo esfuerzo y el mismo número de repeticiones.
Algo es mejor que nada, pero poner el 100% de esfuerzo en la mitad del tiempo de entrenamiento es mucho mejor que poner el 50% de esfuerzo en un entrenamiento completo.
5. Te estás ejercitando demasiado
Esto puede sonarte tonto, pero si te ejercitas demasiado puede que no estés viendo resultados. Cuando levantamos pesas en realidad estamos dándole pequeños desgarros a los músculos (no te preocupes, no está mal), y cuando descansas, tu cuerpo repara al músculo y lo reconstruye más fuerte que antes, por lo que los días de descanso son vitales. Si te saltas los días de descanso, puedes ser mucho mas propenso a lesiones, porque, si no le estás dando a tus músculos la cantidad adecuada de tiempo para recuperarse, entonces si pueden ser más débiles.
6. Tu dieta es incorrecta
Hacer ejercicio regularmente sólo producirá resultados si también sigues un estilo de vida saludable. No es bueno pasar horas en el gimnasio si luego sales a comer lo primero que te encuentras cuando llegas a casa; lo único que vas a lograr es comer más calorías de las que has quemado durante el entrenamiento.
Por ejemplo, si has trabajado duro en el gimnasio y quemaste unas 700 calorías, pero luego llegas a casa y te comes una gran rebanada de pastel como recompensa por trabajar duro, automáticamente te estás deshaciendo del trabajo realizado. Es poco probable que veas resultados si no llevas con la misma visión estricta que tus entrenamientos, tu dieta de lunes a domingo.
7. Llevas haciendo la misma rutina durante meses
En el gimnasio donde yo entreno, cada mes hacen depuración de rutinas, así de que repente llegue el otro día por mi querida y adorada rutina que ya tenia perfectamente bien dominada ¡y mi hoja había desaparecido!
No hay marco de tiempo específico después de lo cual se recomienda que debes cambiar tu rutina, pero una guía básica es que si comienzas a sentir que tu entrenamiento es fácil y no te está empujando a los límites, es momento de cambiarla.
Al hacer la misma cosa repetidamente tu cuerpo comienza a ser más eficientes en hacerlo, lo que significa que, aunque hayas luchado inicialmente y funcionó muy bien para ti, tu cuerpo comenzará a adaptarse a ella, haciendo más difícil la tarea de quemar grasa.
Imágenes | SteveNakatani | concept w | Ammentorp Photography | IvanNikulin
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