Las grasas saturadas y los ácidos grasos trans son dos de los principales aliados de las enfermedades cardiovasculares y la diabetes tipo 2, padecimientos que afectan a una buena parte de la población mexicana. En particular, los ácidos grasos trans son creados de forma química y utilizados en alimentos procesados.
Por ese motivo, en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, un grupo de investigadores ha desarrollado una alternativa saludable a los ácidos grasos trans de dichos alimentos, que permitirá a las empresas seguir elaborando sus productos sin ocasionar problemas de salud a sus consumidores.
Se trata de un proceso llamado organogelación, que consiste en añadir al aceite vegetal moléculas autoensamblables que atrapan el líquido del aceite para darle una textura elástica similar a la de la margarina y la manteca vegetal, sin alterar su estructura molecular y por lo tanto, sin producir ácidos grasos trans.
Un trabajo que ha sido premiado con el galardón Timothy L. Mounts por la División de Aplicaciones Comestibles de Lípidos y Aceites Vegetales de la Sociedad Norteamericana de Química y Fisicoquímica de Aceites, que por primera vez reconoce el trabajo de una investigación realizada en México.
Ahora bien, a pesar del enorme esfuerzo realizado por el investigador Jorge Toro y su equipo, queda un grande camino por recorrer para lograr la sustitución de las grasas trans en los alimentos comerciales. De inicio, es necesario que los fabricantes adopten estas nuevas tecnologías y que a nivel gubernamental, se tomen decisiones para prohibir la adición de grasas trans en los alimentos que consumimos.
Vía | Conacyt
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