La “imagen corporal ideal” de las mujeres a través de los años

Hoy en día todos estamos familiarizados con la imagen corporal del 2016, sólo basta con ver una revista, una pasarela de modas o darnos una vuelta a las redes sociales. Vemos modelos súper flacas, y retos como el ser más flaca que una hoja de papel o que las piernas no se toquen, todas enfatizando una obsesión con la delgadez.

Es cierto que las mujeres siempre han tenido una mayor presión por verse de cierta forma, sobre todo comparadas con los hombres. Haremos un breve recorrido para conocer los estándares de cada época, desde la moda de la piel súper pálida hasta el auge de los salones de bronceado; de los cuerpos corpulentos hasta el look andrógino.

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En el siglo XIX, las figuras femeninas en las artes eran predominantemente mujeres con curvas voluptuosas. Un claro ejemplo son las imágenes del pintor Peter Paul Rubens, en esa época tener un cuerpo “rubenesco” era la descripción de la belleza ideal. Hoy en día esa imagen nos parece demasiado “rellenita” para los estándares modernos.

A finales de 1800, Lillian Russell, actriz y cantante, fue la representación de la belleza de esa época, con un cuerpo bastante corpulento. Fue la actriz con la que todos los hombres soñaban, y reconocida entre las mujeres por sus elegantes sombreros y trajes. De 1890 a 1910, las mujeres también se identificaban con el arquetipo de las “chicas Gibson”. Se caracterizaban por ser mujeres con un aspecto delicado y suave, donde su figura era marcada por un gran corsé, minimizando considerablemente su cintura antes de la época de Photoshop.

La primera chica Gibson apareció en las ilustraciones de Charles Dana Gibson, definiendo el ideal de belleza femenino con una cintura delgada, pechos grandes, hombros redondeados, y un cuello suave. Las niñas Gibson tenían un aspecto frágil pero a su vez eran voluptuosas, pero no lascivas; progresistas pero no demasiado políticas; favorecían la independencia femenina, pero tampoco se alejaban mucho de los ideales femeninos.

En la década de los años 20’s se hicieron famosas las “flappers, es decir aquellas mujeres jóvenes que usaban faldas cortas, no llevaban corsé, lucían un bob cut, y escuchaban y bailaban jazz. Por lo general usaban mucho maquillaje, bebían licores fuertes, fumaban, conducían, en fin, tenían conductas similares a las de un hombre, lo que iba en contra de lo socialmente aceptable y correcto a principios de esta década.

Durante este tiempo, los hombres también empezaron a sentir algo de presión en relación con su imagen corporal. En una época en la que las mujeres empiezan a participar en más actividades de la vida cotidiana, los hombres comenzaron a aferrarse a atributos que definieran su masculinidad, como los bigotes y las barbas.

Como oposición a esta moda, durante lo década de los 40’s y los 50´s aparecen las famosas chicas “Pin-Up”. Probablemente la figura femenina más icónica y atractiva de la era post-guerra fue Marilyn Monroe, y todavía sigue siendo considerada una de las mujeres más bellas de la historia. Demostrando que un cuerpo femenino con curvas puede ser considerado más bello que la delgadez extrema. El cuerpo de Marilyn Monroe no sería considerado perfecto si lo analizamos en los estándares de hoy en día, en el que se hace hincapié en un abdomen tonificado y separaciones en los muslos.

Las chicas pin-up fueron modelos o actrices cuyas fotos eran producidas en masa con la finalidad de que todos las pudieran colgar en su pared. Estas imágenes se caracterizaron por ser utilizadas en ilustraciones donde eran bastante retocadas y estilizadas, creando una forma humana irreal e inalcanzable. Es cierto que los cuerpos de las mujeres en ese época tenían más curvas, pero eran igual de analizados y criticados que los cuerpos de hoy en día.

Durante esta época la sociedad veía mal a las chicas más delgadas, de la misma forma que los medios de comunicación actuales avergüenzan a las mujeres con unos kilos de más. Los anuncios publicitarios de la década de 1940 y 1950 representaban a mujeres flacas desesperadas por encontrar el amor ¿la solución? Aumentar un poco de peso.

Después en los años sesenta la moda dio un giro completo. El look del rockero súper flaco, demacrado, con el pelo largo, tipo Jim Morrison y Mick Jagger, además de tener una influencia en el sexo masculino, se adaptó en la imagen femenina. De repente las mujeres adoptaron un look súper delgado, casi demacrado. Las curvas dejaron de tener importancia, la imagenes ideales fueron la modelo Twiggy y la elegante Audrey Hepburn.

Durante los 90’s nos acostumbrados al look de mujeres abandonadas, con miradas perdidas, y sobre todo súper flacas. La nueva tendencia se conocío como la “heroína chic”. Kate Moss es la modelo que sin duda puso de moda ese look, ella misma dijo “Nada sabe tan bien como la sensación de ser flaca”.

En la siguiente década las modelos de Victoria Secret se convirtieron en los estándares de la mujer ideal. Sin embargo, a partir del 2010, empezamos a observar cada vez más modelos de tallas extras en las redes sociales, tratando de cambiar un poco la percepción del cuerpo femenino perfecto y dejando de glorificar figuras femeninas imposibles. Como podemos observar, a través de las diferentes épocas los ideales cambian, y lo que para unos es súper atractivos, para otros es considerado fuera de la norma.

Vía | Medical Daily

Imágenes | Wikimedia Commons | Wikimedia Commons | Wikimedia Commons | tommy japan |

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