Intolerancia a la lactosa: qué es y por qué sucede

Cada vez es más común encontrar productos deslactosados en el supermercado y escuchar a las personas decir que son intolerantes a la lactosa. En promedio, el 11% de la población mexicana presenta problemas digestivos al ingerir menos de un vaso de leche.

La lactosa es un tipo de azúcar que se encuentra en la leche y en los productos lácteos. Una persona intolerante a la lactosa no significa que sea alérgica a la leche, es solamente que no es capaz de digerir completamente la azúcar de la leche (lactosa) que se encuentra en los productos lácteos. No es peligrosa pero los síntomas pueden ser incomodos.

Los síntomas aparecen de 30 minutos a dos horas después de haber consumido un alimento lácteo, pueden ser diarrea, nauseas, dolores abdominales, sonidos abdominales, distensión y gases.

¿Por qué sucede?

La intolerancia a la lactosa ocurre cuando el intestino delgado no produce suficiente enzima lactasa. La función de la lactasa es unirse a las moléculas de lactosa de los alimentos, romperla y desintegrarla en azúcares simples (glucosa y galactosa). Estos azúcares pueden ser absorbidos fácilmente al torrente sanguíneo. Cuando no hay suficiente lactasa, la lactosa no se desintegra, por lo tanto no puede ser absorbida y viaja intacta a través del colón. La flora intestinal del colón interactúa con la lactosa y es cuando se producen los síntomas típicos.

Tipos de intolerancia

Primaria -Consecuencia del envejecimiento. Normalmente el cuerpo produce grandes cantidades de lactasa al nacer y durante la niñez, cuando la leche es la primera fuente de alimentación. La producción de lactasa disminuye a medida que la dieta se vuelve más variada y menos dependiente de la leche. La disminución gradual puede ocasionar síntomas de intolerancia a la lactosa.

Secundaria – Resultado de una enfermedad, lesión o cirugía. Puede ser el resultado de una enfermedad intestinal como la enfermedad celiaca, gastroenteritis y una enfermedad inflamatoria del intestino como la enfermedad de Crohn. Si estas enfermedades se tratan adecuadamente, es probable que los niveles de lactasa se restauren y disminuyan los síntomas.

Congénita. Es posible que algunos bebes nazcan con ausencia de actividad de lactasa. Es un desorden hereditario autosómico recesivo, es decir que los dos padres le tienen que pasar el gen defectuoso a su hijo.

¿Cómo saber si soy intolerante a la lactosa?

Lo principal es observar si presentas alguno de los síntomas después de consumir lácteos. En caso de que presentes síntomas, se recomienda reducir u omitir su consumo y observar si los síntomas desaparecen. Generalmente con eso basta, pero si se tiene alguna duda se puedes realizar exámenes médicos como la prueba de intolerancia a la lactosa, la prueba de hidrógeno en el aliento o la prueba de acidez de las heces.

Si eres intolerante a la lactosa ¿Qué puedes hacer?

No existen medicamentos para la intolerancia a la lactosa. Para reducir los síntomas, lo más recomendable es seguir una dieta cuidadosa que limite el consumo de productos lácteos, o sustituirlos por la versión deslactosada.

Puedes elegir porciones pequeñas de lácteos, entre más chica sea la porción, existe menos probabilidad de que cause problemas intestinales. También es recomendable que consumas leche junto con otros alimentos para disminuir el proceso digestivo. No todos los productos lácteos tienen la misma cantidad de lactosa, así que experimenta. Por ejemplo algunos quesos como el suizo o el cheddar, tienen pequeñas cantidades de lactosa.

Para muchas personas los productos lácteos son una forma de obtener nutrientes como el calcio. Así que es importante que consumas productos ricos en calcio como brócoli, salmón enlatado, sardinas, camarón, leche de soya o de arroz, naranjas, frijoles y espinaca. También puedes tomar suplementos de calcio (recuerda que la dosis recomendada es de 1,000 – 1,500 mg de calcio al día dependiendo de tu edad y tu género).

Recuerda que muchos productos pueden tener lactosa oculta, es decir que se utilizan productos lácteos para su preparación. Algunos ejemplos son sopas instantáneas, aderezos, carnes procesadas, pasteles, panes, cereales y dulces. Siempre revisa la lista de ingredientes y busca palabras que pueden indicar lactosa: suero de leche, leche en polvo, extracto seco de leche.

También se recomienda que consumas probióticos, ya sea en forma de suplementos o en algunos yogurts. Los probióticos pueden ayudar a tu cuerpo a digerir la lactosa.

Lo importante es ver cómo reacciona tu cuerpo y experimentar con diferentes tipos de alimentos y suplementos.

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