La articulación de los hombros es una de las partes anatómicas más utilizadas en el día a día, y cuando se trata de ejercitarnos es un área en la que ponemos bastante atención. Por eso el día de hoy hablaremos un poco sobre la anatomía y la fisiología del hombro. Empecemos con las acciones de las cuatro articulaciones que forman el complejo del hombro.
Empecemos con las estructuras del hombro. Primero es importante notar que el sistema esquelético del cuerpo está organizado en dos componentes diferentes: el esqueleto axial, que se compone de la columna vertebral, el cráneo y la caja torácica; y el esqueleto apendicular, que incluye la pelvis, las piernas, los hombros y los brazos. El hombro se compone de cuatro articulaciones diferentes y es la base del movimiento de los brazos.
Las cuatro articulaciones del hombro son:
- La articulación esternoclavicular, uniendo la clavícula con la primera costilla y el esternón. Es una articulación relativamente pequeña que conecta el hombro y el brazo directamente con la caja torácica del esqueleto axial.
- La articulación acromioclavicular es donde el extremo distal de la clavícula se alinea con el borde medial del acromion de la escápula.
- La articulación glenohumeral es donde la cabeza esférica del húmero se junta con la superficie cóncava creada por la cavidad glenoidea de la escápula. Es la articulación que la mayoría de la gente piensa cuando se habla del hombro.
- La articulación escapulotorácica, que técnicamente no es una articulación (que se define como el punto donde se conectan dos huesos), pero es el lugar donde la escápula flota sobre la superficie posterior de la caja torácica. Cada escápula está conectada a través de 17 músculos que le permiten mover el húmero, así como tener una postura óptima.
La articulación glenohumeral es una articulación de bola y cavidad, permitiendo movimientos en tres planos. Las articulaciones esternoclavicular y escapulotorácica, permiten el movimiento principalmente en los planos frontal y transversal, mientras que la articulación acromioclavicular permite sólo una cantidad limitada de movimiento, lo cual es crítico para el funcionamiento óptimo de las otras articulaciones.
Individualmente, cada una de estas articulaciones permite un rango de movimiento específico, pero cuando funcionan como una unidad el hombro se convierte en una de las partes más móviles del cuerpo humano. El complejo del hombro tiene que tener la estabilidad necesaria para evitar el movimiento no deseado, pero al mismo tiempo tener la movilidad necesaria para muchos movimientos dinámicos. Si una de las cuatro articulaciones está fuera de alineación, afectará la capacidad de las otras articulaciones para realizar sus funciones, ya sea permitir una movilidad óptima o proporcionar la estabilidad necesaria.
El hombro puede moverse en tres planos de movimiento: sagital, frontal y transversal. Muchos ejercicios comunes se enfocan en el movimiento del hombro en uno de estos planos a la vez. Sin embargo, cuando escojamos ejercicios para mejorar la fuerza del hombro, es importante tener en cuenta que hay un cuarto plano de movimiento creado por la forma en la que cavidad glenoidea de la escápula se encuentra en relación con la caja torácica.
En un hombro sano, la órbita cóncava de la fosa glenoidea apunta a un ángulo de 35 grados aproximadamente por delante del plano frontal. Este cuarto plano de movimiento a menudo se pasa por alto en muchos ejercicios de hombro, lo que podría ser causa de muchas lesiones. La posición de la fosa glenoidea significa que los movimientos elevados no deben de ser ni totalmente en el plano sagital, ni en el plano frontal, sino que deben estar en el medio, donde los codos están apuntando aproximadamente 30 a 45 grados con respecto a la parte central delantera del cuerpo.
El término "elevación" se utiliza para describir el movimiento del brazo sobre la cabeza sin identificar el plano específico de movimiento. Mover el brazo hacia arriba se debe a los músculos que se organizan en tres grupos: los músculos que abducen y/o flexionan el húmero en la articulación glenohumeral, los músculos que controlan la rotación superior de la escápula en la articulación escapulotorácica y los músculos del manguito rotador que controlan tanto la movilidad y la estabilidad en la articulación glenohumeral.
A medida que el brazo se eleva por encima de la altura del hombro, la fosa glenoidea debe moverse por debajo de la cabeza del húmero para soportar el peso del brazo (y lo que este cargando). Técnicamente se conoce como ritmo escapulo-humeral. En un hombro sano, a medida que el deltoides se contrae para mover el húmero hacia arriba en el plano escapular, los músculos del manguito rotador, específicamente el supraespinoso, infraespinoso, redondo menor y subescapular, jalan la cabeza del húmero hacia la cavidad glenoidea para crear estabilidad conforme el brazo se mueve a la posición superior completamente extendida. En un hombro libre de[ lesiones, debe de existir una relación 2: 1 de movimiento del húmero a la escápula. A medida que el húmero se mueve a una posición donde forme un ángulo de 120 grados en relación con el cuerpo, la escápula rota hacia arriba (el punto de referencia es la fosa glenoidea) hasta 60 grados para apoyar el brazo.
Imágenes | Kim Verhoef | A. Sparrow | Dan Brickley | U.S. Army Alaska (USARAK) |
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