Como ya hemos hablado mucho en Vitónica México, en los últimos años, seguramente por la influencia de las redes sociales, parece que cada semana un ingrediente está de moda y otro es totalmente satanizado. Recibimos un montón de información donde se habla de los múltiples beneficios o de los miles de problemas que pueden ocasionar. El día de hoy veremos si los granos antiguos y los ranos modernos realmente son diferentes.
Es importante recalcar que los granos antiguos nunca han dejado de existir. Se conoce como granos antiguos a aquellos que han permanecido sin cambios a lo largo de muchos años. Por ejemplo, el trigo moderno, que constantemente ha sido modificado para una mejor cosecha, no se considera un grano antiguo. En cambio otros granos como la espelta, farro, cebada negra, arroz negro y rojo, maíz azul, sorgo, quinoa, amaranto, entre muchos otros, son considerados granos antiguos.
A diferencia de los granos modernos como el trigo, el maíz y el arroz, los granos antiguos nunca han pasado por la hibridación o la modificación genética; si no que se cultivan tal como lo hacían hace miles años. En términos generales, ofrecen más proteínas, fibra y vitaminas que los granos modernos. Los granos antiguos a veces contienen más calorías que los granos modernos, y hoy en día los granos antiguos tienden a costar más que los granos modernos.
El problema es que durante los últimos años los alimentos más populares están hechos a partir de granos refinados, que por lo general están acompañados de grandes cantidades de azúcar añadido. Debido a que este tipo de alimentos se les atribuyen el desarrollo de muchas enfermedades, a los granos antiguos se les ha puesto la etiqueta de los “granos buenos”, aquellos que mejoran los niveles de colesterol, reducen los triglicéridos y la presión arterial. Pero ¿realmente son mejores los granos antiguos que los granos modernos?
Lo más importante es consumir granos enteros, sean antiguos o modernos. Todos los granos enteros son mejores que los granos refinados. Los granos enteros contienen tres partes: salvado, endospermo y germen. Estos componentes brindan fitonutrientes, vitaminas y antioxidantes. Cuando se hace un grano refinado, se quita el salvado y el germen, perdiendo la fibra y muchos de los nutrientes.
En un estudio publicado en la revista científica Circulation, se encontró que en comparación con las personas que no comen muchos cereales integrales al día, las personas que consumen cuatro porciones de granos enteros al día, aproximadamente unos 70 gramos, presentaron un riesgo 22% menor de muerte por cualquier causa, un riesgo 23% menor de morir por enfermedad cardiovascular y un riesgo 20% menor de morir de cáncer. El estudio no demuestra que los granos enteros prevengan la muerte prematura, pero es una evidencia de que el consumo de este tipo de granos es algo positivo.
Lo importantes es consumir una dieta variada. Puedes seguir comiendo avena y arroz integral, y añadir alguno que otro grano antiguo de vez en cuando. Cuando quieras comprar productos integrales o de granos enteros, lee la lista de ingredientes para asegurarte que ese grano es uno de los primeros ingredientes enlistados. Recuerda que los ingredientes se enlistan por cantidad, en orden descendente.
Imágenes | Stacy Spensley | cookbookman17 | Mike Mozart |
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