Investigadores de la Universidad Cristiana de Texas, sugieren que comer más despacio puede disminuir las posibilidades de sentir hambre después de la comida. Comer rápidamente puede alterar los procesos sensoriales que regulan la cantidad de comida que ingerimos.
Durante dos días de estudio, los investigadores observaron como la velocidad con la que comemos afecta las calorías consumidas. El estudio lo realizaron con 35 personas de peso normal y con 35 personas con sobrepeso y obesidad.
Los resultados demuestran que los participantes de peso normal consumieron 88 calorías menos cuando se les dijo que debían de comer más lento. Las personas con sobrepeso u obesidad, consumieron 58 calorías menos al comer despacio. Los dos grupos de participantes no sintieron tanta hambre a los 60 minutos de haber comido despacio comparado cuando comieron rápidamente.
Los sujetos de peso normal, reportaron sentirse más llenos después de una comida lenta comparado cuando comieron rápido. En los dos grupos se observó que tomaron mucho más agua durante la comida lenta, un 30% más. Los investigadores opinan que el aumento en el consumo de agua, pudo ocasionar distensión estomacal, por lo que disminuye el consumo calórico.
Es posible que al comer lentamente, comas más conscientemente y tengas más tiempo para analizar tus sentimientos de hambre y saciedad. Otro factor puede ser que al comer lento, la comida permanece más tiempo en la cavidad oral activando la exposición sensorial oral. Así que ya sabes, tomate tú tiempo al momento de comer.
Imágenes | Michael Cory | @joefoodie |
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