¿El trabajo te hace subir de peso?

¿El trabajo te hace subir de peso?... La respuesta es sí. Otra respuesta correcta es: depende. Depende de que tan buenos hábitos de alimentación y salud tengas. Como bien sabemos el ritmo de vida acelerado que llevamos día a día, nos deja sin ganas de hacer otra cosa más que de descansar y se suele descuidar la dieta y el ejercicio. En esta nota veremos algunas situaciones por las que el trabajo nos hace subir de peso y soluciones.

"Cuando llego a la casa después del trabajo devoro la cena"

Las largas distancias desde la casa al trabajo hacen que transcurran bastantes horas entre el desayuno y la comida. Y muchos de nosotros estamos hambrientos a última hora de la tarde que nos llenamos con botanas o picamos alimentos mientras preparamos la cena. Sabemos que no es recomendable dejar lapsos de más de tres horas sin comer.

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Para evitar esto, podemos consumir una pequeña comida a media mañana y a media tarde, como nueces, yogurt o fruta. De esta manera mantenemos el flujo constante de energía y evitamos atracones que repercutirán en nuestro peso.

"No me levanto de mi silla ni para hablar con mis compañeros"

¿Sabías qué en seis horas en una oficina sólo se queman aproximadamente 600 calorías? Así que, aunque pasemos todo el día en el trabajo, difícilmente gastaremos nuestra energía. Y llevar un día sedentario en el que nos comunicamos la mayor parte del tiempo por e-mail o teléfono, que ya no es necesario levantarse, caminar o subir escaleras para comunicarse con los compañeros de la empresa. Es recomendable levantarse de la silla cada 30 minutos para estirar las piernas, brazos y dar una pequeña caminata para mejorar la circulación.

"Los Lunes engordan"

No precisamente el Lunes, el estrés que genera empezar la semana después de unos días de descanso. El estrés libera cortisol y adrenalina, dos hormonas que elevan los niveles de glucosa y posteriormente nos provoca ingerir alimentos no muy saludables. El exceso de calorías se transforma en grasa. Por otro lado, el cortisol ayuda a almacenar grasa en la zona abdominal, una manera de que tiene el organismo de calmar el estrés. La grasa emite señales metabólicas que tratan de reducir el estrés.

La solución es intentar realizar ejercicios de relajación, como la meditación, ya que ayuda a estimular los mismos centros de placer que la comida. Además llevar una dieta balanceada rica en vitaminas B, C y magnesio (las encontramos en frutas, verduras, cereales integrales, leguminosas y frutos secos.) que ayudan a regular los niveles de adrenalina.

"No me da tiempo de desayunar"

Cuando sales corriendo de tu casa, un buen desayuno... ni siquiera pasa por tu mente. Pero al tomar un café latte venti con un biscotti (o alguna otra bebida y alimento con nombres "elegantes"), te estas perjudicando porque el azúcar al ser un carbohidrato simple se absorberá rápidamente y al cabo de dos horas o menos, sentirás la necesidad de más azúcar, lo que te llevará a comer algo no muy saludable.

La clave está en desayunar algo fácil, rápido de preparar y nutritivo como una avena de refrigerador. Las personas que desayunan adecuadamente, no son las que están desesperadamente buscando en la oficina o siendo clientes frecuentes de la máquina para comer algo. Una buena idea es llevar fruta para esas emergencias.

"Todos los días hay algo que celebrar"

En todos los lugares de trabajo, el ritual de los pasteles en los cumpleaños de algún compañero, es sagrado. También las reuniones en las que la comida es la protagonista y no suele ser muy ligera que digamos. No participar en estos eventos es mal visto. También es difícil de librarse del cafecito de las mañanas con sus respectivas galletas o pan dulce.

La clave en todo es la moderación. Cuando llegue el pastel, celebra a la persona festejada y elige una rebanada pequeña y modera tu consumo de azúcares durante el resto del día.

"Picoteo a todas horas"

Hay buenas estrategias para resistir la jornada laboral sin "pecar": desayuna bien, (aquí tienes excelentes ideas para desayunar), cuando quieras otro café, intenta beber infusiones o té verde el cual te aporta energía y grandes beneficios a tu salud, Ten a la mano fruta, almendras o nueces que liberan energía lentamente por su contenido de fibra. La sensación de hambre regularmente es sed: bebe agua y asegura tu hidratación, ten siempre una botella a la mano.

"No consigo dormir lo suficiente"

¿Te levantas temprano y te acuestas tarde? Es necesario que ajustes tus horarios de sueño, ya que al no dormir lo suficiente, se alteran las sustancias químicas que afectan el peso. Los niveles de leptina, la hormona que controla el apetito enviando al cerebro el mensaje de "estoy lleno", se reducen en un 20 %, mientras que otro componente químico que nos hace sentir hambre aumenta en otro 20 %.

Recuerda que el secreto para llevar una vida saludable es la moderación. Siempre hay solución para las situaciones que se nos presenten. Mantén hábitos saludables de alimentación y ejercicio así como un horario de sueño adecuado. Que el trabajo no interfiera en tu camino hacia un estilo de vida saludable, adáptate a los cambios y tendrás éxito.

Imágenes | David Martyn Hunt | Rhona-Mae Arca | rob_rob2001| Steven Depolo
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