Hoy es el Día Mundial contra la Hepatitis, en donde la OMS (Organización Mundial de la Salud) y otras organizaciones sanitarias promueven la prevención de las infecciones y muertes provocadas por el virus de la Hepatitis. En esta nota veremos como cuidar la dieta y al mismo tiempo cuidar la salud del hígado.
La hepatitis se define como la inflamación del hígado causada por diversos factores, como es el consumo de alcohol, materiales tóxicos o infección viral (transmitida por alimentos, líquidos o transfusiones sanguíneas). Las hepatitis virales comprenden las hepatitis A, B, C, D y E. Acorde a la OMS, " afectan a cientos de millones de personas del mundo entero, pues provocan enfermedades del hígado agudas y crónicas y causan la muerte de cerca de 1.5 millones de personas anualmente. Estas infecciones se pueden prevenir, pero la mayoría de las personas no sabe cómo".
Recordando notas anteriores sobre higiene en alimentos, hemos visto lo importante que esta tiene a la hora de prevenir enfermedades, no solo gastrointestinales, sino también hepáticas. El virus de la hepatitis A se transmite por la ingestión de alimentos o contacto con utensilios contaminados con heces infectadas, consumo de hielo o agua contaminados con aguas residuales, ingestión de frutas, verduras o alimentos crudos contaminados durante la manipulación. Oros factores de riesgo es viajar a zonas en donde las condiciones sanitarias son deficientes. Afortunadamente existen vacunas para combatir la hepatitis.
Es de suma importancia lavar y desinfectar (no basta con solo lavar) las frutas y verduras; no sabemos con que tuvieron contacto.
Recomendaciones dietéticas para enfermedades del hígado
Como sabemos, el hígado es el órgano mas grande del cuerpo y realiza muchas funciones (aproximadamente 500) como: la síntesis de proteínas, la desintoxicación del organismo, almacena vitaminas, minerales y glucógeno, producción de bilis, entre otras.
Cuando se presenta una enfermedad hepática, la dieta y el tratamiento se enfocan en promover la regeneración y su reposo; corregir la pérdida de peso que a menudo se debe a falta de apetito, náusea y vómito; ahorrar proteínas mediante una dieta rica en hidratos de carbono; alentar el consumo de café y otros alimentos antioxidantes; evitar la deshidratación y la más importante prevenir la diseminación a otras personas mediante el aseo personal y prácticas de higiene en alimentos.
A continuación veremos las pautas para cuidar el hígado a través de la alimentación:
Suficientes carbohidratos: el consumo adecuado de hidratos de carbono ayuda a reponer las reservas de glucógeno.
Proteínas:el consumo de este macronutriente debe ser de 1 a 1.2 gramos por kilogramo de peso corporal en hepatitis aguda. Las personas que sufren de hepatitis crónica o que están bien nutridos, solo requieren cubrir la ingestión diaria recomendada.
Las grasa deben de ser a tolerancia
Suplementos: las vitaminas del grupo B (Tiamina, folato y B12), vitamina K, Vitamina C y Zinc, son útiles para trastornos del hígado.
Condimentos para el hígado: el orégano, salvia, tomillo, menta, toronjil, clavo, pimienta, cúrcuma y canela, contienen concentraciones altas en antioxidantes
Comer en casa: en la mayoría de los casos, al adquirir alimentos en la calle, arriesgamos nuestra salud, debido a las indebidas practicas de higiene. De ser posible cocinar y comer en casa, asi como transportar alimentos preparados en el hogar.
Lavarse las manos es indispensable: los virus y bacterias se propagan por contacto directo. Si tocamos una superficie contaminada (tubos del transporte público, por ejemplo) y nos llevamos la mano a la boca, estamos introduciendo a nuestro organismo una amenaza.
Cocer alimentos: cocinar perfectamente los alimentos y consumirlos a las temperaturas adecuadas.
Estas son algunas recomendaciones para cuidar algún padecimiento del hígado. Recordemos que la prevención de estas enfermedades es el primer paso; ten presente las vacunas que tienes y si te hace falta alguna, acude a que te apliquen las que necesites. En caso de sospechas ante una posible hepatitis, acude al médico para un tratamiento oportuno. Por higiene (y sentido común) no compartas artículos de aseo personal. Lleva una dieta correcta, no solo para mantener un peso adecuado, sino para mantener un perfecto estado de salud.
Terminemos con un poco de humor con uno de mis comediantes favoritos. Goyo Jiménez hace una importante reflexión sobre la salud del hígado.
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