Para muchos las palabra dieta es igual a restricción, sin embargo esta idea malentendida, debe ser erradicada de nuestra manera de pensar. Dieta, en pocas palabras, es todo aquello que consumimos diariamente. Lo que hace una buena o mala dieta, es la elección de los alimentos que la conforman. En esta nota veremos como comer de manera consciente, para disfrutar de nuestra dieta
No cabe duda que comer es uno de los placeres que mas se disfrutan. Y con gran razón, olores, colores, texturas, sabores y el contexto en el que ingiramos los alimentos interactúan positivamente en nuestro ser, se liberan endorfinas, las hormonas de la felicidad, al mismo tiempo que se cumple con la función biológica del alimento: nutrir el organismo.
Sin embargo, a pesar de los mecanismos que tiene el organismo para "detener la boca" y dejar de comer, muchas veces en presencia de una amplia oferta de alimentos, (un claro ejemplo, un buffet, la cena navideña o año nuevo que ¡con ansias espero!) ignoramos totalmente las señales de saciedad, trayendo consigo, indigestión, pesadez, malestar físico y moral, mal del puerco...
En múltiples ocasiones, solo "comemos por comer". Comer conscientemente, nos recuerda la acción real y disfrute del momento presente.
Para hacerlo, conscientemente, debemos elegir que vamos a comer, y traer toda nuestra atención al proceso de compra y su posterior elaboración. En este proceso es necesario, descartar todos aquellos distractores que interfieran con nuestra compra real y los antojos (que son solo eso, antojos, mas no una necesidad). El otro día, fui al supermercado a comprar mi despensa y me tope con unas palomitas par microondas sabor chocolate, inexplicablemente, aparecieron en mi carrito. Recuerda "si no lo viste, no lo comiste"
Para muchas personas, puede hacerlo parecer un ritual, como parte del cuidado de su cuerpo. Además comer conscientemente, nos coloca en un nuevo nivel de relación en nuestra manera de comer y el acto de comer en si mismo.
Si hay algún alimento que te cueste trabajo eliminarlo de tu dieta, quiero decirte, que no lo hagas. Si es algo que disfrutas, cómelo, solamente hazlo sin la frecuencia que acostumbrabas. Un ejemplo, es el refresco, para muchos es difícil despedirse de el, pero hay limites, no es lo mismo tomar un litro diariamente, de un solo trago, que disfrutar de un vaso burbujeante, sorbo, a sorbo, en una tarde cálida, en compañía de un amigo o un libro.
Lo interesante de practicar el comer conscientemente, es que nos ayuda a conocer mejor nuestras emociones y reaccionar racionalmente ante esos impulsos. Como en el ejemplo anterior de las palomitas, no estaban en mi lista, no sabia de su existencia, ni siquiera tenia antojo de palomitas y mucho menos de chocolate, pero las vi, y algo en mi interior me orillo a probar esa combinación. Si hubiera actuado racionalmente, me habría preguntado ¿Las necesitas?, Acabas de comer... ¿Quieres una palomitas?, ¿Es en serio?... Moderación y autocontrol ante todo.
Ante a esta situación, hubiera seguido mis instintos, apegarme a ellos, ya que identifique el motivo real de ese antojo, y hacer una mejor elección que en este caso, hubiera sido no comprarlas y no sentir culpa al respecto.
Logra todos tus objetivos y uno de los mas importantes, es el cuidado de tu salud a través de una sana alimentación.
Imagen | Joshua Rappeneker En Vitónica México | Herramientas del Budismo para correr En Vitónica México | Si quieres comer menos, invita a alguien que coma ligero
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