Actualmente, muchas personas han empezado a utilizar aceite de coco de grado alimenticio, no el que se usa para broncear. Los beneficios del aceite de coco podemos adquirirlos si lo usamos con frecuencia y moderación.
Como sabemos las grasas saturadas provienen de alimentos de origen animal, salvo dos excepciones: el aceite de palma y el aceite de coco. El consumo elevado de grasas saturadas ha sido asociado con niveles altos de colesterol sanguíneo y el incremento del riesgo de enfermedades cardiacas.
A pesar de que el aceite de coco contiene grasa saturada, esta esta presente en forma de triglicéridos de cadena media, esto quiere decir, que no necesita ser procesado por el hígado y tienen un ligero efecto termogénico.
A continuación veremos 5 beneficios del aceite de coco:
Fuente de energía fácil de utilizar: el ácido láurico, la grasa saturada que predomina en el aceite de coco, es de cadena media. El cuerpo utiliza este tipo de ácidos grasos de manera diferente a los de cadena larga. El hígado procesa rápidamente los ácidos grasos de cadena media y los convierte en energía para las células. Por esta razón se sugiere que el aceite de coco puede ser benéfico para la perdida de peso, con moderación, por supuesto.
Aumenta el colesterol bueno: el ácido láurico esta asociado al incremento del colesterol bueno (HDL).
Propiedades antibacterianas y antioxidantes estudios sugieren que ciertos componentes del aceite de coco previenen infecciones virales, bacteriales y por hongos como la gripe, bronquitis, acné y levaduras. Adicionalmente el aceite de coco contiene compuestos fenólicos que actúan como cardioprotectores y antioxidantes.
Sirve para cocinar: el aceite de coco es muy estable, es por ello que puede ser usado para saltear, freír u hornear alimentos. Además le da un toque delicioso y tropical a los platillos.
Uso cosmético: el aceite de coco es un excelente removedor de maquillaje y sirve a manera de crema hidratante.
Como podemos observar, el aceite de coco tiene varios beneficios, y comparado con otras grasas saturadas, este posee mayor cantidad de ácido láurico, lo cual es un gran sustituto a las grasas animales. Sin embargo, no deja de ser aceite con gran densidad calórica, así que úsalo con moderación y no dependas totalmente del aceite de coco, recuerda que debe existir variedad en tu dieta, utiliza otros tipos de aceite como el de oliva y canola para que te aporten otro tipo de grasa como el omega 3.
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