Probablemente una de las cosas más típicas de cualquier cumpleaños es apagar las velas de un pastel. Una tradición que se remonta a la antigua Grecia, donde se consideraba una ofrenda llevar un pastel con velas encendidas a la diosa de la caza Artemis. Pero según un estudio reciente, esas velitas de colores no son tan inocentes, ya que al apagarlas sobre un pastel estamos esparciendo una gran cantidad de gérmenes.
Para llegar a esta conclusión, investigadores de la Universidad de Clemson colocaron 17 velas encima de diferentes pasteles falsos cubiertos con betún. Participaron 11 sujetos, a los cuales se les dio de comer pizza antes de soplar las velas, la idea era crear una experiencia de cumpleaños lo más parecida a la realidad. Después se le pidió a cada participante que apagara las 17 velas de su respectivo pastel.
Después colocaron muestras del betún en platos Petri y esperaron 48 horas. Los resultados fueron sorprendentes. Soplar las velas sobre la superficie de un pastel resulta en un incremento de 1,400 por ciento en el número de bacterias, en comparación con un pastel en el que no se apagaron velas de cumpleaños. Esto se debe a la transferencia de bacterias y otros gérmenes provenientes de las vías respiratorias de la persona que sopla, así como restos de la comida consumida en horas anteriores. Seguramente algunas personas ya habían pensado en esta posibilidad.
La buena noticia es que los investigadores aseguran que desde un punto de salud pública estos resultados no son alarmantes. Eso sí, la recomendación es que si una persona esta enfermera, entonces no sea una buena idea pedirle que apague las velas de un pastel del cual muchas personas comerán.
Imagen | Dark Dwarf
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