La dieta paleo basa sus alimentos permitidos en comer sólo lo que nuestros ancestros comían, plantas y animales, de la manera mas limpia y menos procesada posible. De ésta manera se pretende llegar a un estado de sanidad, previniendo cientos de enfermedades que han llegado a nuestros tiempos, presumiblemente, gracias a la alimentación actual tan evolucionada y procesada.
Los siguientes pasos te servirán de introducción para iniciarte en este "mundo de las cavernas" alimenticio:
Elimina el azúcar refinada, edulcorantes y cualquier otra forma de endulzante artificial. (Sobra decir que los refrescos, jugos, bebidas saborizadas y demás monerías del mundo moderno quedan estrictamente prohibidos).
Elimina el gluten. Para los que no están familiarizados con los alimentos que contienen o no gluten, eliminen todo lo que tenga harina, así de fácil y sencillo. El gluten se encuentra presente en todos los cereales (trigo, centeno, avena, etc.) Además, es una proteína que daña el sistema inmunológico y sólo cuando dejas de consumirlo te das cuenta del daño que te estaba haciendo. Los cereales sin gluten son el arroz y el maíz, estos podrás consumirlos pero de forma limitada, ya que su IG es muy alto y aunque esta en la lista de los "permitidos" no ayudará a la pérdida de peso.
Elimina alimentos procesados. Esto es un poco obvio, si vamos a pretender comer como lo hacían los hombres de la época paleolítica, evidentemente ellos no comían nada que viniera de una cajita de cartón con un lindo logotipo impreso.
Elimina los aceites vegetales (maíz, girasol, cártamo) e intercámbialos por mantequilla, grasa animal o aceite de coco. En esta dieta la grasa no es precisamente nuestro enemigo.
Come todo tipo de carne y productos animales; huevo, pescado, res, cerdo, pero recuerda, su preparación debe ser lo mas natural posible, elimina salsas procesadas, empanizados, etc.
Toma el sol. ¡Es en serio! lo necesitarás para procesar toda esa vitamina D3 y metabolizar el calcio.
Frutas y Verduras. Como en cualquier otra dieta, trata de aportar a tu alimentación mas verduras que frutas, por el exceso de azúcar que la fruta puede aportar a tu día, evita además consumirlas con las comidas, para evitar la fermentación de sus azúcares, mejor espera a tener el estómago vacío para consumirla, metabolizarás mejor sus azúcares.
Si eres alérgico a las proteínas de la leche o te preocupa su contenido en caseína, toma mantequilla y quesos curados a la vez que evitas leche, nata y quesos blandos. Los quesos curados durante al menos 6 meses no tienen beta-casomorfina que es la proteína culpable de la mayoría de intolerancias y además estos quesos son una muy buena fuente de vitamina K2.
Ve poco a poco. Esta dieta supone cambios radicales en el tipo de alimentación que actualmente llevas, no quieras hacer todo en un mismo día porque terminarás renunciando a todo. Ve eliminando poco a poco los grupos prohibidos y aprende a conocer los efectos positivos que vas teniendo en tu cuerpo.
Haz ejercicio. Nuestros antepasados no paraban de moverse, para casar a sus presas, por sus estatus nómadas o bien, por diversión. Toma esta influencia del pasado como ejemplo y trata de correr o levantar pesas mínimo 3 veces por semana.
Suerte en ese camino hacia el pasado, recuerda que la premisa inicial con la que esta dieta fue lanzada, es el de mejorar tu salud, así que, como cualquier otro régimen, busca sentirte bien y suspende cualquier cosa que sientas que no esta teniendo resultados positivos en tu organismo.
Imagen | Lord Jim En Vitónica | Utilizando las bases de la dieta paleolítica para adelgazar
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