Croquetas horneadas de brócoli. Receta

Como todo viernes, en casa, hoy nos toca una comida sin carne, por lo que he preparado unas estupendas croquetas horneadas de brócoli. Usualmente, las croquetas se fríen en aceite, pero dado que está cercana la Navidad y es cuando más descuidamos nuestra alimentación, es una buena idea ahorrarnos esa grasa extra que no necesitamos.

Además, al no freírlas tenemos más tiempo para otras actividades, pues el horno se encargará de darles la cocción final. Esta receta particularmente me gusta por que podemos prepararlas y darles forma unas horas antes, refrigerarlas y simplemente meterlas al horno media hora antes del momento de servir.

Ingredientes para 4 personas

• 500 gramos de floretes de brócoli, 1 huevo, 1/2 cebolla blanca picada, 1/3 de taza de queso manchego rallado, 2/3 de taza de pan molido, 1 cucharadita de hierbas italianas, 2 cucharaditas de cilantro o perejil, sal y pimienta.

Cómo hacer croquetas horneadas de brócoli

Nuestro primer paso será precalentar el horno a 200ºC y engrasar una bandeja para hornear con aceite en aerosol o bien, podemos colocar una hoja de papel para horno, lo cual hará que sea mucho más fácil la limpieza.

Blanqueamos los floretes de brócoli, sumergiéndolos durante 1 minuto en agua hirviendo para luego sumergirlos durante tres minutos en agua helada para detener la cocción. Tras este proceso, nos aseguraremos de escurrir bien el brócoli.

En seguida, cortamos el brócoli finamente con ayuda de un cuchillo, lo colocamos en un tazón y lo mezclamos con el huevo, la cebolla picada, el queso manchego, el pan molido y las hierbas aromáticas. Tomamos porciones del tamaño de dos cucharadas, o bien nos ayudamos de una cuchara para helado, presionamos y damos forma a cada una de las croquetas, mismas que colocaremos sobre la bandeja para horno que hemos preparado.

Por último, llevamos al horno durante 25 minutos o hasta que estén doradas y crujientes, volteándolas transcurrida la mitad del tiempo.

Degustación

Estas croquetas horneadas de brócoli es mejor servirlas recién salidas del horno y disfrutarlas con la salsa o aderezo de nuestra preferencia. Podemos servirlas para la comida o la cena, como también para la merienda de los niños en el colegio.