Hay muy pocas cosas que nos gusten más que la pizza. Pero hay veces en las que no queremos salir de casa, no queremos interactuar con ningún repartidor o, simplemente, preferimos optar por una versión casera mucho más sana y personalizable. Si alguna de estas tres opciones ses tu caso, quédate, que te vamos a contar cómo hacer la mejor pizza de pepperoni, deliciosa y repleta de queso.
Cocinar nuestros platillos favoritos en casa tiene muchas ventajas: tiene un mejor sabor, podemos utilizar nuestros ingredientes favoritos y dejar fuera los que no nos gustan tanto y, sobre todo, no hay nada mejor que saborear los frutos de nuestro esfuerzo y arduo trabajo. Bueno, tal vez si existe algo mejor: compartirlo con nuestros seres queridos.
Y qué mejor que cocinar un platillo que a todo el mundo le gusta: la pizza de pepperoni. A diferencia de la pizza con piña, no hay persona en la faz de esta tierra que le diga que no a una buena rebanada de una pizza de pepperoni. Te contamos cómo prepararla.
Para preparar esta pizza, como cualquier otra, partiremos de una masa de pizza casera. Aunque también podemos prepararla con masa que compremos en el supermercado (aunque aquí preferimos las versiones frescas y caseras, no juzgamos a las personas que deciden comprarla por falta de tiempo o ganas)
Comenzamos precalentando el horno a 230°C
Mientras nuestro horno comienza a prepararse vamos a montar nuestra pizza: colocamos la masa sobre la encimera y le damos forma —con un rodillo, si queremos que la pizza quede más fina y crujiente, o con la mano si queremos que nuestra pizza esté un poco más esponjosa—.
Ahora servimos abundante puré de jitomate, el queso mozzarrella rallado y espolvoreamos con queso parmesano y las lonjas de pepperoni bien distribuidas. Hay que procurar que la cubierta no quede muy cargada, pero en realidad esto ya es cuestión de gustos.
Una vez que estén montados todos los ingredientes, metemos nuestra pizza al horno sobre una charola. Dependiendo del horno, estará lista en 15 minutos.
La sacamos del horno en el momento en que los bordes estén crujientes. ¡A disfrutar!
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